Colau propone que el pleno decida los símbolos del Salón de Plenos

El gobierno de Colau retiró hace unos meses el busto del Rey Juan Carlos I del salón de la Reina Regente, que es dónde se celebran los plenos del consistorio de la capital catalana, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, envió el pasado mes de julio un requerimiento a Colau para que, de acuerdo con la normativa vigente, colocara en un plazo máximo de un mes una efigie del rey Felipe VI en un lugar preferente del salón de sesiones.

Según la modificación que plantea ahora el gobierno municipal, la representación de elementos simbólicos e institucionales "responderá a la singularidad histórica y de capitalidad de Barcelona y a los principios democrático, neutralidad religiosa y uso no partidista" y su aprobación corresponderá al plenario del consejo municipal, mediante un acuerdo adoptado por mayoría absoluta.

Según el Ayuntamiento de Barcelona, el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) vigente no hace ninguna referencia a los elementos simbólicos e institucionales que han de estar presentes en la sala de sesiones y con la modificación que ahora se propone se quiere reconocer el papel del pleno municipal para decidir estas representaciones presentes con carácter permanente en el salón de sesiones del consistorio.

Respuesta a la delegada del Gobierno

Además, Ada Colau ha contestado al requerimiento de la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, en relación a la retirada del busto del anterior jefe del Estado del salón de plenos del ayuntamiento y ha dicho que el consistorio barcelonés sólo ha retirado el busto del rey Juan Carlos y, como ya no es rey desde junio de 2014, esta actuación comporta el cumplimiento de la ley.

Colau también ha asegurado que el Ayuntamiento de Barcelona, con fecha 20 de junio de 2014, solicitó diversas fotografías del actual monarca para regularizar la situación a diversas dependencias municipales, sin que haya habido respuesta a esta petición.

El primer teniente de alcalde de trabajo, economía y planificación estratégica, Gerardo Pisarello, ha asegurado que la delegada del Gobierno "parece ignorar el significado de la autonomía municipal" y que su requerimiento tiene un "tono impertinente y está lleno de juicios de intenciones y de errores jurídicos".

Pisarello ha recordado que el ayuntamiento no pretende apartarse de la ley, sino reivindicar la potestad del pleno para autorregular su funcionamiento interno. Además, ha explicado que el gobierno municipal del Ayuntamiento de Barcelona "es un gobierno de convicciones republicanas" y, por tanto, no ve ninguna razón para que "una figura no sujeta al escrutinio ciudadano haya de presidir las sesiones de una institución democrática".