El conductor del autobús siniestrado en Francia admite haberse fiado del GPS

El vehículo, que transportaba a 59 pasajeros, entre ellos 53 estudiantes, la mayoría universitarios, de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, quedó incrustado en un túnel demasiado bajo a las afueras de Lille, según han indicado fuentes de la delegación del Gobierno galo y fuentes diplomáticas españolas.

El conductor, que dio negativo en los test de alcoholemia y estupefacientes que se le practicaron, admitió durante su interrogatorio ante la Fiscalía que se fió del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta.

Una escena de "caos apocalíptica"

"Mucho miedo, al final ha sido un susto muy gordo, hemos pasado muchísimo miedo, la verdad", ha dicho el bilbaíno Beñat Chomón, de 19 años, uno de los viajeros del autobús siniestrado, que ha resultado prácticamente ileso. "Yo estaba dormido como mucha gente en el autobús, estábamos en las últimas filas. De pronto nos hemos despertado; yo estaba tumbado en la fila de atrás y no me ha pasado nada, pero compañeros que estaban delante y al lado, (han resultado) con la cara rajada, la barbilla rajada", describió.

Chomón confirmó que de sus ocho amigos accidentados cuatro de ellos aún están en el hospital, aunque "están mejor" después de "haberles operado".

El resultado, en su opinión, "podría haber sido mucho peor". "De hecho yo estaba tumbado atrás, si me hubiera sentado bien... (Al incorporarse) tenía una barra de metal a diez o veinte centímetros de mi cara", relató. "He tenido suerte, ya me ha dicho mi abuela que me ha puesto unas velas", dijo el joven que confió en poder visitar a sus compañeros que siguen hospitalizados.

El joven dijo desconocer qué pudo motivar el siniestro pero señaló que "supuestamente los buses que van a Amsterdam nunca pasan por este sitio. Suelen pasar por fuera de la ciudad que son tres kilómetros más. No sé si el GPS le marcaba el camino más corto".

El psiquiatra que dirige la célula de atención médico-psicológica para los viajeros, François Ducrocq, ha indicado que el golpe "extremadamente violento" que recibió el autobús provocó una escena de "caos apocalíptica".

El presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, indicó que la zona donde se produjo el siniestro cumplía con la normativa, aunque apuntó que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio que impacta a 150 metros antes del túnel contra el vehículo si supera la altura máxima y le alerta.

Está previsto que la mayor parte de los pasajeros -los ilesos y los heridos leves- regrese en la mañana del lunes a España, según informaron a Efe fuentes diplomáticas españolas.

El transporte ha sido organizado por la embajada de España en Francia en coordinación con el Gobierno vasco, añadieron. Los jóvenes no hospitalizados pasarán la noche en un polideportivo habilitado en el municipio de La Madeleine, cercano al lugar de los hechos.

"Hay duchas y calefacción. El organizador del viaje había propuesto un hotel pero los médicos han considerado preferible mantener juntos a los jóvenes y que sean atendidos por voluntarios de protección civil", ha indicado la portavoz de la delegación del Gobierno francés en el Departamento Norte, Astrid Tombeux, quien confirmó que volverán a España en tren.

Hasta ese centro deportivo se desplazaron el cónsul de España en París y otra persona encargada de la emergencia consular, y está previsto que en las próximas horas se sume el embajador español en Francia, Ramón de Miguel.