Rajoy da más peso en el partido a Moragas y Casado

Como suele ser costumbre, el político gallego ha sorprendido a casi todos: María Dolores de Cospedal, a la que todas las apuestas situaban fuera de la secretaría general del PP, sigue de momento en su puesto y las dos caras que asumen más poder en el partido son Pablo Casado , al que convierte en la nueva voz del partido al otorgarle la vicesecretaría de comunicación, y Jorge Moragas , su hombre de confianza al que sitúa al frente de la próxima campaña electoral.

Los más perjudicado de estos cambios son Carlos Floriano y Esteban González Pons, que salen del equipo de dirección. El primero, hasta ahora vicesecretario general de Organización, pasará -en palabras del propio Rajoy- a "apoyar una responsabilidad en el Comité de Dirección del Parlamento de los Diputados". Su puesto será ocupado por el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maíllo. La vicesecretaría de Estudios y Programas que desempeñaba González Pons estará comandada ahora por la catalana Andrea Levy. A quien sí mantiene como vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos es al veterano político andaluz Javier Arenas.

La novedad en la Ejecutiva reside en la creación de un nuevo cargo, la vicesecretaría general sectorial, al frente de la cual pone al exalcalde de Vitoria Javier Maroto.

Un Rajoy mucho más implicado

Lo que ha dejado claro Rajoy es que en este corto periodo de tiempo que queda hasta las elecciones generales "el partido se pone en marcha" y él personalmente se va a implicar mucho más en la vida del PP sin menoscabo de sus funciones como jefe del Gobierno. "Voy a poner todo de mi parte para estar más presente", ha asegurado el presidente popular, que se marca como "obligación" "ganar con claridad las próximas elecciones, con el margen suficiente para evitar dar marcha atrás".

El presidente ha descartado abrir ahora una serie de congresos en toda España, como han solicitado algunos presidentes autonómicos, pero ha anunciado la celebración de una conferencia política los días 11 y 12 de julio. Sí ha asumido Rajoy que "habrá que arreglar algunas cosas" y para ello pide la colaboración de toda su gente, a la que ha dado unas consignas claras: "Todos debemos salir más, hablar más, explicarnos y relacionarnos mucho más con todos los españoles, con la firme defensa de nuestras convicciones".