La infanta alega que «no tuvo absolutamente ninguna intervención» en el fraude fiscal

En su escrito de defensa de 24 páginas, al que ha tenido acceso este medio, la infanta alega que cualquier responsabilidad por las irregularidades con el fisco, en cualquier caso, sería del "administrador único" de Aizoon, o sea Iñaki Urdangarin.

Una vez más, Cristina de Borbón arguye que no sabía nada. Es más que solo "a través de las presentes actuaciones" (el sumario del 'caso Nóos') ha tenido "conocimiento de que, al parecer, en los ejercicios 2007 y 2008 podrían haberse imputado erróneamente a Aizoon, en concepto de gastos, cantidades fiscalmente no deducibles, correspondientes al abono de bienes y servicios encargados por ella". La imputada da a entender que fue Iñaki Urdangarin el que, a sus espaldas, endosó a la sociedad los gastos de su mujer.

Los letrados de la infanta sostienen que ella, aunque era coopropietaria al 50% de la sociedad, "se limitó a rubricar sin pedir explicaciones aquellos escritos que, muy ocasionalmente, se le solicitó que firmar en su condición de socio". "Desde el día de su constitución el único administrador de Aizoon fue Don Iñaki Urdangarin, estando completamente al margen de la dirección y gestión cotidiana de la compañía". "No tuvo absolutamente ninguna intervención en el cumplimiento de las obligaciones contables y fiscales de Aizoon", zanja el escrito.

Papel irrelevante en Aizoon

Los letrados de la hermana de Felipe VI insisten hasta la saciedad en que ella tuvo un papel irrelevante en Aizoon. "Desde el punto de vista activo, la principal contribución de Cristina de Borbón en relación con Aizoon consistiría en haber prestado su consentimiento a la constitución de la compañía y desembolsado el 50 por ciento del capital inicial", apunta el escrito, que reitera que la infanta no estaba en el día a día de la sociedad.

Ella, por lo tanto, solo estuvo en la fundación de Aizoon. Y, explican sus abogados, "no existe un solo indicio que permita sostener que la compañía en cuestión se fundara con el propósito inicial de cometer defraudaciones fiscales".

"En los años posteriores a la constitución de Aizoon -continúa el escrito firmado por Miquel Roca- la mera ostentación de la condición de socio no administrador por parte de la infanta no puede considerarse como constitutivo de un acto de cooperación necesaria" en los dos fraudes fiscales que se imputan a su esposo.