El primogénito de Pujol confesó que su padre estuvo al tanto de la 'herencia' los primeros años

Según 'Junior', fueron sus propios padres, en persona, los que le dieron los detalles de la fortuna opaca tras la muerte del abuelo en 1980, que ya le había avanzado antes de fallecer que tenía un "rincón" para los nietos. "Nunca hablamos más de esto hasta la muerte de mi abuelo en septiembre de 1980. Entonces mi padre y mi madre nos reúnen a mi hermana (Marta) y a mí y nos dicen , bueno, el abuelo dejó una 'deixa', un legado".

"¿Y esta información se la facilitan directamente sus padres", inquiere la juez. "Sí", responde el imputado. "En el 80 me comentan mis padres que hay unos 140 millones de pesetas en dólares americanos. Cuando mi abuelo muere nos dan esta información", insiste.

Luego, el primogénito revela que los dos primeros gestores de esa fortuna opaca en Andorra (Delfí Mateu, fallecido en 1993, gestor entre 1980 y 1988; y Joaquím Pujol Figa, muerto en 2004, quien asumió esta tarea entre 1988 y 1990) despachaban del asunto con el entonces jefe de Gobierno catalán. "A finales de los 80 el señor Mateu decide traspasar esta gestión a otra persona, porque opinaba que ya había hecho demasiado, que estaba muy cansado, que era mayor y consideraba que no era su deber. Y el mismo es el que plantea la opción de otra persona para sustituirle, el señor Pujol". "El señor Mateu revela el imputado- esto se lo comunica a mi padre. A mí no me dicen nada en ningún momento. Ni mi padre ni Mateu. Es más, yo a Mateu le había visto solo en algunas fiestas con mi abuelo y nada más. Nunca de trabajo", abunda Jordi Pujol Ferrusola, dejando claro que fue su padre el que se encargaba en ese momento de despachar habitualmente con los gestores de la fortuna oculta.