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María Eugenia Alonso
Lunes, 30 de marzo 2015, 14:12
En la agenda de Mariano Rajoy se nota el efecto electoral. El presidente ha viajado en la misma mañana a La Rioja para inaugurar la conexión de una carretera y a Santander para visitar las obras de un hospital.
Las de hoy son las últimas inauguraciones organizadas o financiadas por los poderes públicos a las que puedan asistir los políticos antes de que se convoquen oficialmente las elecciones del 24 de mayo. Ya no habrá lugar para 'vender', institucionalmente, los logros conseguidos. La prohibición de usar la Administración como arma electoral bloquea cualquier inauguración en época preelectoral, según recoge la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Tampoco estará permitido hacer visitas a obras en curso a no ser que sean de "carácter técnico" y no tengan contenido electoralista.
Por delante quedan 54 días de intensa actividad, en la que se acabó el tiempo de las primeras piedras, de los cortes de cintas y de las visitas de tinte electoralista.
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