El lehendakari y Etxerat piden el fin de la dispersión tras reunirse en Vitoria

El lehendakari se ha reunido en la sede de la Presidencia vasca durante una hora y media aproximadamente con una representación de Etxerat, encabezada por su portavoz, Maider Alustiza, en un encuentro inédito, ya que es la primera vez que un jefe del Ejecutivo autonómico recibe a miembros de este colectivo. Al término de la reunión, el Gobierno vasco ha emitido una nota en la que ha especificado que la cita se ha centrado "exclusivamente en la problemática" de los familiares de los presos de ETA debido a la dispersión y ha anunciado que seguirá en contacto con Etxerat para "estudiar posibles ámbitos de trabajo" en común.

La portavoz de Etxerat ha comparecido ante los medios y ha asegurado por su parte que han sido dos los puntos en los que ambas partes han coincidido en que pueden "avanzar": la necesidad de acabar con la política de dispersión y reconocer el "sufrimiento" que causa a los familiares por los miles de kilómetros que tienen que recorrer para ver a sus allegados. "Nos ha recibido, nos ha escuchado y en los dos puntos que he recalcado estamos de acuerdo y avanzaremos en ese sentido", ha resumido Alustiza, quien ha dicho que en los próximos días se concretarán fechas para próximos encuentros.

El lehendakari ha estado acompañado por el secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, y la directora de Víctimas y Derechos Humanos del Gobierno autonómico, Mónica Hernando. Mientras, los miembros de Etxerat que han acudido a la reunión han sido su portavoz, Maider Alustiza, y José Ángel Aramendi, padre de Alaitz Aramendi, una de las presas de la organización terrorista que se encuentra internada en una cárcel francesa situada a unos 1.100 kilómetros de su domicilio la localidad vizcaína de Orozko.

Etxerat pretende que el caso de Aramendi, que cumple una condena de 18 años impuesta en marzo de 2013 por el Tribunal de lo Criminal de París tras su arresto junto a Luis Ignacio Iruretagoiena, 'El artificiero', en una casa taller para la fabricación de explosivos de Cahors, en el sur de Francia, constituya un ejemplo del daño que genera la dispersión a los familiares de los reclusos.

"Un insulto"

El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, ha calificado la recepción como "un insulto y una vergüenza" y "es algo que ni siquiera Ibarretxe se atrevió a hacer". En una comparecencia de prensa en la Cámara vasca, Maneiro ha considerado que en lugar de reunirse con Etxerat "lo que debería hacer (Urkullu) es atender principalmente las reivindicaciones de las víctimas del terrorismo, a las que tiene abandonadas".

Según Maneiro, "hay una inmensa mayoría de víctimas del terrorismo que se sienten marginadas, desatendidas por este Gobierno y por este lehendakari". Preguntado por el hecho de que el lehendakari haya reconocido un déficit de atención hacia las víctimas del terrorismo, ha considerado que lo que valen son los "hechos, no las palabras".