Secciones
Servicios
Destacamos
Ramón Gorriarán
Sábado, 7 de febrero 2015, 02:13
Podemos repite una y otra vez que la dialéctica política de izquierda y derecha está superada porque ha demostrado ser una herramienta ineficaz para resolver los problemas. La radiografía de sus votantes, en cambio, arroja un panorama alejado de esa transversalidad que reclaman. Su electorado ... se sitúa en la extrema izquierda, reside en ciudades medias, no pasa apuros económicos, tiene estudios y es mayoritariamente masculino.
La secretaria de Análisis Político de Podemos, Carolina Bescansa, reitera que el estudio del CIS pone de manifiesto que su electorado es «transversal», sin distinciones de izquierda y derecha. Esa superación del esquema clásico, sostiene Bescansa, pone de manifiesto que la hora de los dos grandes ha pasado y que su partido es «la única alternativa real» de Gobierno. Pablo Iglesias corrobora ese análisis y afirma que el barómetro del centro oficial de estudios demoscópicos es la mejor prueba de que «solo Podemos» puede ganar al PP porque es «el instrumento del cambio».
Pero un análisis detallado de los seguidores del nuevo partido pone de manifiesto que esa transversalidad no es para tanto. Su principal granero de votos está en las personas que se consideran de extrema izquierda. En una escala de uno a diez, en la que uno es la izquierda más radical, el 43,6% votaría a Podemos, y en los que se ubican en el dos, el 45%. Entre los se definen de izquierda, entre el 17 y el 26% daría su papeleta a Pablo Iglesias; entre el ocho y el once de los que se reclaman de centro; entre el uno y el dos de los que se consideran de derecha; y el 4% de los que dicen ser de extrema derecha.
No es de extrañar que su caladero de votos esté en esa parte del espectro ideológico porque los ciudadanos, pese a los esfuerzos de Iglesias y su equipo dirigente por situarse en un terreno centrado, consideran que Podemos es de extrema izquierda. En la escala de uno a diez colocan al partido en el 2,28, el más a la izquierda de todos.
Lo que sí parece cierto es que el partido ha canalizado el descontento social porque siendo España un país que se considera de centro, el 21,1% así se define, o de centroizquierda, el 30,7%, lo lógico es que la fuerza política más apoyada fuera el PSOE, que es el partido al que los ciudadanos consideran la mejor expresión del centroizquierda al ubicarlo en el 4,62 de la escala.
Pero la de los socialistas es una marca herida y su electorado huye. De los siete millones que votaron al PSOE en 2011, 1,8 millones lo haría ahora a Podemos. Con todo, el gran filón del partido de Iglesias es la abstención donde, según el CIS, habría rescatado a 1,9 millones de votantes, y su tercer caladero es el del PP, al que arrebataría 780.000 votos de los casi once millones que confiaron hace cuatro años en Mariano Rajoy. IU es la gran perjudicada por Podemos aunque en términos absolutos su sangría sea menor, casi 700.000 votos, pero que suponen el 40% de su votación en 2011.
El respaldo urbano
Su votante, además, es masculino, el 22,9% de los hombres apoyaría al nuevo partido por un 15,7% de las mujeres. Reside en ciudades medias, el 22,3% de los habitantes de poblaciones de entre cincuenta y cien mil se declara seguidor suyo; el 22,1% de las ciudades entre cien y cuatrocientos mil; el 15,4% de las de cuatrocientos mil y un millón; y el 21,% en las de más de un millón. En cambio, en los núcleos de menos de 2.000 habitantes su implantación es del 14,8%; en los de dos a diez mil, el 17; y en los de diez a cincuenta mil, el 17,7%.
Es asimismo un elector joven. El 27,4% de los que tienen entre 18 y 24 años entregaría su sufragio a Podemos, igual porcentaje de los que cuentan entre 25 y 34. El respaldo baja a medida que la edad es mayor; el 21,3 entre los de 35 y 44; el 20,9% en los de entre 44 y 54; entre los de 55 y 64 uno de cada cinco; y apenas el 5,6% entre los mayores de 65 años. Es además un simpatizante con estudios; el 24,8% de los que tienen formación profesional les votaría; al igual que el 20,5 de los titulados universitarios; también les votaría uno de cada cinco de los que poseen estudios secundarios; mientras que el 11,2% de sus presumibles votantes solo cursó primaria y el 6,9% carece de estudios.
Entre los que se consideran a sí mismos de la clase alta o media alta, el 23,7% forma parte del electorado del Pablo Iglesias, entre el 14y el 18%, de los que se sienten parte de la clase media; casi uno de cada cinco de los obreros cualificados respaldaría al nuevo partido y el 18,5% de los no cualificados.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.