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nuria vega
Domingo, 16 de noviembre 2014, 08:02
El presidente del Gobierno echará mano de la pedagogía para hacer frente a la crisis catalana. Mariano Rajoy viajará a Cataluña y adelanta que trabajará para que se entiendan sus planteamientos políticos. "Tendré que explicar mejor que hasta ahora mis razones y mis argumentos", ha ... admitido el jefe del Ejecutivo como único gesto de autocrítica.
En los próximos meses, el Gobierno se esforzará en centrar la preocupación de los ciudadanos de la comunidad autónoma en la salida de la crisis y en la creación de empleo, pero también reforzará el mensaje de que a los catalanes les ha ido mejor con dirigentes que supieron buscar el acuerdo y no la "división o el enfrentamiento".
De lo que se niega a hablar el presidente es de la soberanía nacional y así se lo hará saber a Artur Mas por escrito. Mariano Rajoy ha anunciado que responderá el lunes la carta del líder de la Generalitat y que nada ha cambiado en su posición de tratar de impedir cualquier referéndum ilegal que se proponga.
En la rueda de prensa tras la clausura de la cumbre del G-20 en Brisbane, el jefe del Ejecutivo no ha querido valorar si, como plantea el PP, Mas cometió un delito el pasado 9 de noviembre empleando recursos públicos en la celebración de la consulta. "No me corresponde andar calificando las conductas de unos y de otros, porque no contribuyo a nada; en un país donde todo el mundo se erige en juez o fiscal, que al menos el presidente del Gobierno intente mantener un poco la tranquilidad y haga alguna apelación diciendo a la gente que no todos ustedes son jueces o fiscales".
Mientras en el Fiscalía existen diferencias sobre la presentación de una querella contra los dirigentes de la Generalitat, Rajoy ha negado de nuevo que el Gobierno o el PP hayan presionado al Ministerio Público. "No sé -ha dejado caer- si lo han hecho otras personas y con qué intención".
Podemos
El frente catalán no es el único que el Ejecutivo tiene abierto en este momento. El presidente ha respondido a las críticas lanzadas por Pablo Iglesias, partidario de "iniciar un proceso constituyente para abrir el candado del 78". Rajoy ha puesto en valor tanto la Transición española como la Constitución, que han permitido, a su juicio, "vivir la mayor etapa de progreso y bienestar de la historia de España". "Si hay alguien que quiere liquidar eso y tirarlo por la borda, supongo que será por desconocimiento, porque sencillamente no tiene ningún sentido", ha concluido.
Con esta comparecencia de prensa, el presidente ha puesto fin a su paso por el G-20. Una cumbre satisfactoria para el Gobierno, en la que los líderes internacionales han reconocido los resultados de las reformas económicas aplicadas por el Ejecutivo. "Cuando se habla de superar la crisis en todo el mundo se pone de ejemplo el caso de España", ha sostenido Rajoy.
El jefe del Ejecutivo reconoce que, aún así, en la situación económica de España no todo ha mejorado lo suficiente, aunque reprocha que no siempre se reconozcan los avances. "En España hay mucha gente que tiene que cascarle al Gobierno, porque forma parte del mundo en que vivimos. En otros sitios las cosas se pueden contemplar con más tranquilidad".
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