Rosa Díez cree que Mas «ha perdido la cabeza»

La portavoz nacional de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, cree que Mas "ha perdido la cabeza" y le ha señalado como el mayor "adversario" de sus ciudadanos. La líder de UPyD considera "un nuevo fraude de ley" la decisión del presidente de la Generalitat de celebrar el 9 de noviembre una consulta alternativa a la suspendida por el Constitucional, algo "inadmisible" desde el punto de vista democrático para el conjunto de los españoles y, particularmente, para los catalanes.

A su juicio, con este planteamiento, el jefe del Ejecutivo catalán persiste en mantener a su pueblo "en la quiebra social, en la confrontación y en las mentiras" porque, según Díez, lo que está ofreciendo a sus conciudadanos es "más inseguridad jurídica". "Mas no termina de darse cuenta de que el adversario de los catalanes es su propio Gobierno que, en vez de dedicarse a resolver los problemas de sus ciudadanos, está empecinado en salvar la imagen de su presidente", ha dicho.

Ante esto, la líder de la formación magenta ha avanzado que su partido no descarta ampliar la querella que la semana pasada presentó ante el Tribunal Supremo en contra de Mas si el presidente catalán persiste en actuaciones que son "fraudulentas". Y lo hará, ha explicado, "en defensa de la convivencia y de la ciudadanía en Cataluña y en España" y para defender a los catalanes de un Gobierno que "no se merece nadie: ni los independentistas, ni los nacionalistas, ni el conjunto de los ciudadanos".

El líder de C's, Albert Rivera, ha considerado que la propuesta que Mas ha hecho es un "simulacro de democracia". Citando a su antecesor Josep Tarradellas, Rivera ha señalado que en política se puede hacer "todo menos el ridículo", y ha dado por acabada la carrera de Mas ante el desenlace del 9-N.

Asegura que la propuesta de votación que hace Mas le recuerda a la que se hizo en Crimea este año, y ha instado al Govern a enterrar definitivamente la hoja de ruta soberanista y trabajar para la "reconciliación" de la sociedad catalana. "Es una consulta de fin de semana, y convertirlo en algo parecido a un referéndum es un fraude a la democracia", ha agregado el líder de C's.

El portavoz de IU, José Luis Centella, ha acusado a Rajoy y a Mas de jugar a los "trileros" con la consulta del 9-N y, a día de hoy, no se sabe "dónde está la bolita" del referéndum. Ha insistido en que IU seguirá defendiendo la celebración de la consulta soberanista bajo el paraguas de la legalidad y ha indicado que ni Mas ni Rajoy, con sus respectivas posiciones, están contribuyendo a la convivencia porque sólo les preocupa "salvar su propio pellejo". "Lo mas honesto y recomendable", ha subrayado, es que la consulta soberanista se celebre con "plenas condiciones democráticas", condiciones que ahora no se dan, según ha dicho.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural han reclamado al bloque soberanista que se mantenga unido como lo hace la sociedad civil para lograr una Cataluña independiente. "El presidente ha dicho que se ha resquebrajado (la unidad), pero las cosas se pueden arreglar y nosotros intentaremos hacerlo", ha señalado la presidenta de la ANC, Carme Forcadell. "Nos sentimos decepcionados de que los partidos políticos no hayan sabido mantener la unidad como hemos hecho la sociedad civil", ha añadido.

El líder de ICV, Joan Herrera, ha afirmado que su partido no avala la propuesta del presidente catalán porque no es una consulta sino un "sucedáneo y un sustituto" con la que pretende "salvarse", y ve en esta iniciativa un primer "acto de precampaña" ante unas plebiscitarias. "La propuesta de hoy de Mas, sin un registro de votantes, no es una consulta, no es salvar la consulta, es salvar su promesa, devalúa la consulta y nosotros no lo avalamos", ha dicho el dirigente ecosocialista, quien ve "cálculos electorales" en esta iniciativa del Govern de CiU como un primer acto de precampaña de cara a unas plebiscitarias.

Herrera ha constatado que el "acuerdo" dentro del bloque soberanista a favor de la consulta "ya no existe", y ha defendido de nuevo una movilización social "cuantificable" para el 9N, con "colas" de catalanes ante "colegios electorales cerrados" y firmas exigiendo votar, para evidenciar ante el mundo que "no nos dejan".