La infanta Cristina y Urdangarin, juntos en su semana más difícil

Desde el pasado 19 de junio, día de la proclamación de su hermano Felipe como Rey de España, Cristina de Borbón y Grecia dejó de ser miembro de la nueva Familia Real, compuesta estrictamente por don Felipe y doña Letizia, sus hijas la Princesa de Asturias y la infanta Leonor y don Juan Carlos y doña Sofía.

La infanta Cristina no estuvo presente ni en la sesión de proclamación de su hermano como Rey, ni la víspera en la firma solemne de la ley de abdicación por parte de su padre, don Juan Carlos.

Auto

Ahora la segunda hija de los anteriores Reyes de España se enfrenta a un futuro incierto: el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, pondrá fin a la instrucción del 'caso Nóos' y dictará el conocido como auto de transformación a procedimiento abreviado, en el que decidirá si mantiene la imputación de la Infanta por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capitales así como de la treintena de encausados restantes como primer paso para que puedan sentarse en el banquillo de los acusados.

Tras cuatro años de investigaciones, el juez determinará contra quiénes de los inculpados, entre ellos los duques de Palma, hay base suficiente para que puedan ser acusados y finalmente se sienten en el banquillo.

Entretanto doña Cristina cuenta con el apoyo incondicional de su madre, quien tras la abdicación a favor de su hijo, Felipe VI, y su nuera Letizia, ya no debe guardar la compostura, pudiendo ejercer plenamente su papel de madre.

El matrimonio aprovechó para realizar algunas gestiones. Doña Cristina, muy guapa con un veraniego pantalón blanco y camisa roja, lucía la mejor de sus sonrisas, reflejo de la presencia de su madre en la ciudad suiza. Ambos se mostraron tranquilos y relajados, olvidando por unos días la resolución del Juez Torres sobre la imputación de la duquesa de Palma.

Minutos después abandonaban la residencia doña Sofía en compañía de su nieto mayor, Juan Valentín. Una vez más la que fuera reina de España volvió a dar una clase de estilo luciendo unos elegantes pantalones azul marino y americana bicolor. Ambos se disponían a disfrutar de un tranquilo paseo por el centro de la ciudad. Abuela y nieto conversaron animadamente mientras se dirigían al vehículo que les llevaría al centro.