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Paula De las Heras
Martes, 10 de junio 2014, 08:17
El PSOE estaba pendiente de sus palabras y ya lo ha dicho todo. Susana Díaz no se presentará a la secretaría general del partido. La presidenta de la Junta de Andalucía había dado alguna pista de los problemas que veía a intentar compatibilizar el liderazgo ... del primer partido de la oposición con el cargo institucional que ocupa. Y esta misma mañana lo ha confirmado. "Creo que como ayudo al PSOE en este momento en España es desde aquí, demostrando que hay otra forma de gobernar y manteniendo la la columna vertebral del partido", ha dicho en la Ser.
La también secretaria general de los socialistas andaluces era, a ojos de una decena de líderes territoriales y de los veteranos de la formación, la persona que con mayores garantías podía asumir las riendas del PSOE en un momento de enorme fragilidad. Y lo era por la fortaleza de su carácter, porque, dicen, tiene un discurso identificable, por su perfil institucional y porque había demostrado en Andalucía que era capaz de cerrar heridas. "Susana cose el partido", dijo hace unos días el vasco Patxi López.
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Díaz llevaba días analizando los pros y los contras de dar el salto a Ferraz y desde el PSOE andaluz ya se había advertido de que sólo lo haría si había unanimidad y siempre que no implicara dejar la presidencia de la Junta. Pero ni la unanimidad era posible - con la fórmula del voto directo de los militantes, forzada por Eduardo Madina, los barones veían imposible garantizar un apoyo masivo- ni parecía fácil compatibilizar la secretaria general con el Gobierno andaluz sin que este se resintiera.
La presidenta andaluza no ha ganado aún sus propias elecciones, por más que su victoria de diez puntos sobre el PP en las europeas del 25 de mayo se hayan vendido como un triunfo. Griñán le cedió el puesto hace apenas nueve meses, del mismo modo que Manuel Chaves se lo había decido a él con anterioridad. Y el PP ya empezaba a atacar con la idea de que los socialistas pretendían dar a Andalucía otra presidenta interina.
"Es muy importante dar prestigio a la política y para eso -ha subrayado ella esta mañana- hay que rendir cuentas y cumplir con la palabra dada, y eso es lo que estoy intentando".
Vistos los problemas, la líder de la más poderosa federación del PSOE ha dejado pasar este tren. "Y si tiene que volver a pasar -ha dicho- pasará". Ahora está por ver quién da el salto. Eduardo Madina y Pedro Sánchez son candidatos seguros. Y José Antonio Pérez Tapias de Izquierda Socialista ya anunció hace más de una semana que intentará recabar los avales necesarios, en torno a 10.000, una vez se abra el plazo este mismo viernes.
Díaz no ha revelado a quién puede dar su apoyo. Lo que sí ha dicho es que estos días había hablado con el madrileño Pedro Sánchez.
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