Cuenta atrás para la proclamación de Felipe VI

La Mesa de la Cámara Baja ha admitido a trámite esta tarde el proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación del Rey y lo ha elevado a la Junta de Portavoces para que ponga fecha a su debate en sesión plenaria, ya que el Gobierno ha pedido que se tramite con urgencia. La intención es que sea aprobado por el Congreso la semana que viene y posteriormente por el Senado, con toda probabilidad en la víspera de la proclamación.

El proyecto de ley orgánica, aprobado por el Consejo de Ministros este martes, consta de un artículo único y una disposición final única para hacer efectiva la renuncia a la Corona de España. Asimismo, constata que Juan Carlos I abdica la Corona de España y afirma que la abdicación será efectiva cuando sea publicada la ley en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El proyecto de ley ha sido aprobado por el Consejo de Ministros este martes.

Fuentes parlamentarias mantienen la previsión de que el proyecto de ley sea debatido y aprobado en lectura única la próxima semana en el Pleno del Congreso, el miércoles, 11 de junio, para después remitirlo de inmediato al Senado, que a su vez prevé incluirlo en el orden del día de su sesión plenaria que comienza el día 17.

Y una vez que las Cortes aprueben el texto y se publique, se podrá proceder a la proclamación del Príncipe de Asturias como nuevo Rey de España. Aunque la fecha no es definitiva, pues todo debe coordinarse con Zarzuela, se maneja la previsión de celebrar esa solemne sesión el mismo día 18, víspera de la fiesta del Corpus.

Declaración institucional

A su vez, el Ejecutivo ha aprobado una declaración institucional de agradecimiento al Rey en la que reconoce que sin su "impulso y liderazgo" la transición a la democracia, "sencillamente, no habría sido posible". "Desde su proclamación como Rey, Don Juan Carlos quiso serlo, y lo ha sido, de todos los españoles", reza la declaración del Ejecutivo.

En esta declaración institucional, el Gobierno expresa su convicción de que la formación, carácter, experiencia y vocación de servicio a España del futuro rey Felipe VI le permitirán desempeñar "adecuadamente" sus funciones y fortalecer la monarquía. Una monarquía, añade el texto, que la Constitución "proclama como garantía de la unidad, progreso, concordia y bienestar de los españoles".

El Congreso de los Diputados estará en condiciones de acoger el solemne acto de proclamación como nuevo Rey de España de Felipe VI el próximo 18 de junio, fecha fijada por la Casa Real y el Gobierno.

El presidente de la cámara baja calcula que el 18 de junio ya estará aprobada y en condiciones de ser publicada en el Boletín Oficial del Estado la ley orgánica que autorizará la abdicación de don Juan Carlos en favor de su legítimo heredero, el Príncipe de Asturias.

La norma quedará ratificada por el sistema de urgencia y en lectura única en un pleno del Congreso a celebrar la próxima semana, posiblemente el día 12, y una semana después obtendrá la aprobación definitiva en el Senado con el mismo procedimiento. El calendario concreto deberá quedar fijado esta tarde, una vez se reúnan la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces.

Amplio respaldo

Esta ley obtendrá en el Congreso un altísimo respaldo, que oscilará entre el 87% y el 91% de los diputados según al final los nacionalistas catalanes de CiU le den su apoyo o se abstengan. Tiene asegurados los votos a favor de PP, PSOE, UPyD, Coalición Canaria, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro y la abstención del PNV.

Posiblemente votarán en contra y reclamarán un referéndum sobre monarquía o república IU, Esquerra, Amaiur, BNG y Compromís.

El portavoz del PNV aseguró que no dirán sí a la ley porque el pacto constitucional no integró a los nacionalistas ni respondió a sus aspiraciones, porque la Carta Magna no fue aprobada en Euskadi y porque son republicanos. Sin embargo, dijo que, como también son prácticos, están dispuestos a convivir con un Estado monárquico siempre y cuando el nuevo Rey impulse cambios en la estructura territorial que den satisfacción a las mayores reivindicaciones de autogobierno de naciones como Euskadi o Cataluña. Por ese motivo, dejan la puerta abierta de la abstención.