Xavi, el último genio del fútbol español

Observó este lunes Xavi el triste adiós de España como un suplente. Injusto como en ocasiones resulta el fútbol, no era el modo para despedir al Salvador Dalí de la pelota, a un Pablo Picasso del balompié. Se merecía más el profesional más laureado de la historia en España, por delante de Paco Gento. Mucho más. Signo de su declive, de un desastroso ejercicio, Xavi se tuvo que conformar con un papel secundario en el Mundial, a semejanza de lo que le ha sucedido en el Barça. Para desgracia de los amantes de este deporte, sus cambios de ritmo, esa panorámica visión del juego sobre el césped, han pasado al catálogo de especies en extinción. No se lo ofreció a la escuadra culé, y le pesó sobremanera. No se lo ha aportado a 'La Roja', y la selección está ya en Madrid.

Xavi, junto a su amigo Iker Casillas, ha sido uno de los artífices de este época de éxitos de España. Y deja un hueco enorme dentro de un grupo que le ha tenido como brújula. Si el catalán aceleraba, todos metían una marcha más. Si pensaba que hacía falta reposo, pues el resto le seguía a pies juntillas. Sin rechistar. Pero su trascendencia, su extrema relevancia, iba más allá del terreno de juego. ¿Se acuerdan de ese mal rollo que dinamitó la convivencia de 'La Roja' después de esa acumulación de clásicos, entre el Madrid y el Barça, con Mourinho encendiendo la mecha de la discordia? Pues los dos capitanes, a iniciativa del madridista, sellaron la paz. «Le llamé porque la estábamos cagando», reconoció el portero, luego Príncipe de Asturias del Deporte con el culé, en 2012.

Un hombre corriente

Siempre ha pasado Xavi por ser un tipo normal, un chaval que ama el fútbol por encima de cualquier otro elemento, integrante de esa generación que ganó el primer Mundial para la historia de España, el sub-20 de Nigeria, en 1999. Bajito, sin un físico espectacular. Un hombre corriente. «Es un fenómeno que demuestra que no hace falta ser muy alto y fuerte para ser un futbolista destacado», ha señalado Michel Platini, presidente de la UEFA. Con esa planta, dentro de la media nacional, Xavi ha liderado a una selección de leyenda. Y, como en el Barça, surgen las dudas sobre la identidad de su relevo, acerca de quién sacará la batuta para dirigir una orquesta que se queda huérfana de su principal referente. ¿Será Koke? Eso lo dirá el futuro.

De momento, el presente habla del adiós de un hombre, casado en 2013, que ha vivido 16 años al máximo nivel. Debutó en 2000 con España. Frente a Holanda. Y el destino ha sido caprichoso. Contra los 'oranje' cerró su etapa en 'La Roja'. No se le volverá a ver con esa camiseta. Nunca. España pierde a su genio.