Secciones
Servicios
Destacamos
M.J. LUMBRERAS
LOGROÑO.
Martes, 23 de enero 2018, 23:38
El resultado ya está a la vista. Estos días los autores del mural de Marqués de San Nicolás 107, Carlos López Garrido y Carlos Corres, están dando los últimos toques después de cerca de un mes subidos a la plataforma elevadora para trasladar al medianil ... el trabajo del ilustrador José María Lema, profesor de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja.
La labor se desarrolla sobre una superficie de 660 metros cuadrados de fachada, en la trasera de los Cines Moderno, con 36 metros de base y una altura de 19 metros. La figura central es un Mercurio alado, el mitológico dios del comercio, pero en moderno y con licencias. De hecho, su perfil está formado por fragmentos de rótulos de establecimientos comerciales históricos de la ciudad. Así, se pueden reconocer partes de lo que fueron los carteles de Dulín (la sombrerería de Portales), Martínez (zapatería de Hermanos Moroy, hoy tienda de especias), El Paraíso (panadería de la calle San Agustín), Librería Verano (que estuvo en Marqués de San Nicolás), Casa Tena (sastrería de Portales, ahora tienda de chuches), Pescadería Juanita (en Herrerías) y La Logroñesa de Armas (armería en la plaza Amós Salvador). Junto al Mercurio, aparece una de las torres de La Redonda como elemento logroñés sin discusión.
Pero éste no será el único mural de este medianil, situado junto a un solar que se usa de aparcamiento. Habrá dos más, que serán también resultado de la colaboración con ilustradores, que tendrán que relacionar su creación con la ya existente, contó uno de los muralistas, Carlos López Garrido. Se trata de un programa a tres años que aspira a acercar esta disciplina artística a todos los públicos. «Siempre hemos querido sacar el arte a la calle», señaló López Garrido, quien mencionó que, durante la ejecución de la obra, quien pasa por la zona puede ver cómo avanza la obra. «Es sacar los colores a ciertas calles, en fachadas que son irrelevantes o que necesitan una mano de pintura. La calle se convierte en un museo al aire libre», apuntó también.
En los pocos días que quedan de trabajo, los muralistas terminarán unas nubecillas y taparán los grafitis que quedan en la parte más próxima al suelo. Por fin, a modo de remate, darán una capa de la pintura antigrafitis, aunque al final será el respeto, como siempre, el que determine la vida de su trabajo.
Los artistas tienen otros tres murales en Logroño: en el túnel hacia La Grajera, junto al Adarraga y en el Camino de Santiago.
La alcaldesa, Cuca Gamarra, se acercó ayer a ver la evolución de la obra e insistió en que «una ciudad tiene que ser un espacio para la creatividad y para nuestros artistas». En este sentido, consideró que «en Logroño están surgiendo interesantes propuesta artísticas que son garantía de futuro y por lo tanto desde el Ayuntamiento vamos a estar apoyándolo e impulsándolo».
Este nuevo mural estará en un proyecto que quiere relacionar arte con tecnología y que se llama «La calle es un museo». La iniciativa propone una ruta de arte contemporáneo por la ciudad en la que cada obra elegida (escultura o mural) tendrá un vídeo con una amplia explicación a la que se accederá a través de un código QR.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.