Adiós a las casas 'ultraeconómicas'

Adiós a lo que quedaba de una 'barriada' histórica en la zona este de la capital. Los propietarios de las casas originales que aún se mantenían en pie entre la plaza de la iglesia y la calle Luis de Ulloa de lo que en 1945 fue bautizado como Ballesteros ya han comenzado la demolición previa a la construcción de las nuevas edificaciones que, más de 10 años después, completarán la reforma planteada con José Luis Bermejo como alcalde de Logroño.

15 unifamiliares o adosados sustituirán a las viviendas bajas que recibieron el apelativo de 'ultraeconómicas' cuando se levantaron en pleno franquismo después de que la junta de compensación constituida para tal fin haya ido dando los pasos necesarios para, con más retraso del previsto, poder culminar un proyecto cuya primera y segunda fases datan del 2005 después de que en el 2002 se modificase puntualmente el PGM quedando entonces pendiente la tercera y la cuarta fase que ahora se encuentran en sus inicios y se prolongarán durante 18 meses.

La idea inicial era la de rehabilitar y regenerar urbanísticamente la barriada para mejorar sus condiciones de habitabilidad y renovar a la vez el entorno de la Universidad de la Rioja y para ello el Ayuntamiento de Logroño planteó a los propietarios la posibilidad de aumentar la edificabilidad de las mismas -de entre 50 y 60 metros cuadrados- derribando las viviendas de origen y sustituyéndolas por otras de obra nueva -de hasta dos plantas- siempre y cuando se incluyese un garaje comunitario subterráneo.

Sin embargo, si las primeras 20 viviendas, es decir, las de la manzana entre la plaza Luis Martín Ballestero y Caballero de la Rosa, lograron ser ejecutadas, las 20 restantes, donde ya ya trabajan los martillos neumáticos y las palas excavadoras, han tenido que esperar más de una década para que sus propietarios se pongan de acuerdo hasta convertirse en sus propios promotores.

Años de cambios de propiedad vía compraventas, permutas, subastas y enajenaciones -la última por parte de la propia Administración local- han hecho posible que, actualmente, 15 de las 21 propiedades sean derribadas y levantadas de nuevo. La manzana mantendrá una cuyo propietario -que se encuentra fuera- aún se lo está pensando -en la esquina entre la plaza y Magisterio-, otra de dos plantas ya rehabilitada -en la esquina con San José de Calasanz-, y la cervecería y la librería que ocupan una de las esquinas de Luis de Ulloa. El resto, desde hace años, se encuentran deshabitadas o con usos puntuales como merenderos y lugar de reuniones.