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MARÍA CASADO
LOGROÑO.
Sábado, 31 de marzo 2018, 17:22
No será un final de curso al uso en los centros de Educación Secundaria y Formación Profesional de La Rioja. Este año, por primera vez, como ya ocurre en Bachillerato, la convocatoria extraordinaria tendrá lugar en junio, en vez del tradicional septiembre. Un cambio que no sólo afecta a quienes suspendan asignaturas y tengan la oportunidad de recuperarlas dos semanas después, en vez de dos meses más tarde, sino a toda la comunidad educativa.
Y es que, del 8 de junio que termina la convocatoria ordinaria al 22 de ese mismo mes que comienza la extraordinaria, los centros tendrán que lidiar con una situación novedosa: la convivencia de alumnos ya aprobados, sin materia evaluable que impartir, con los suspendidos, para los que se darán clases de recuperación. Ante esta nueva realidad, la Consejería de Educación de La Rioja emitió en febrero una orden donde se dictaban instrucciones sobre el Plan de Atención al alumnado de ESO y FP para dicho período.
«Los centros han organizado una serie de actividades, en función de su autonomía de gestión y de su capacidad», explica Miguel Ángel Fernández, director general de Educación. El pasado 15 de marzo era la fecha límite para presentar dicho plan que ahora revisan los técnicos de la Consejería. «Se ha dejado claro que el curso finaliza el 22 de junio para todos los alumnos, tanto los aprobados en la convocatoria ordinaria como los que tienen asignaturas pendientes; es decir, la asistencia es obligatoria».
Orden de la Consejería
Fecha El pasado 14 de febrero el Boletín Oficial de La Rioja emite una resolución en la que se dictan instrucciones sobre el Plan de Atención al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria y Formación Profesional para el período entre la convocatoria ordinaria y extraordinaria.
Calendario lectivo Este curso 2017-2018 concluye en La Rioja el 22 de junio, realizándose las «oportunas pruebas extraordinarias los tres últimos días lectivos del mes de junio». El día 8 de junio será la fecha límite para la entrega de notas de la convocatoria ordinaria.
Otras consideraciones
Novedad y dificultad La propia orden reconoce que el adelanto de la convocatoria extraordinaria a junio «no está exenta de ciertas dificultades de carácter organizativo en los centros, ya que exige realizar una planificación tanto para los alumnos que han superado las materias y módulos en la convocatoria ordinaria, como para los suspensos para los que hay que organizar actividades destinadas a la recuperación y refuerzo de dichas materias».
¿A qué centros afecta? La aplicación de lo dispuesto por la resolución de la Consejería de Educación se aplicará «en los centros educativos sostenidos con fondos públicos autorizados para impartir enseñanzas en La Rioja» Por tanto, a los centros públicos y concertados.
¿A qué alumnos implica? A todo el alumnado que se encuentre cursando Educación Secundaria Obligatoria y Formación Profesional Básica en el curso escolar 2017-2018, a excepción del alumnado que curse estas enseñanzas en centros de adultos.
¿En qué se traduce la orden? Cada centro ha tenido que elaborar un 'Plan de Atención al alumnado para el período comprendido entre la convocatoria ordinaria y extraordinaria' En él se han tenido que reflejar, tanto las actividades de recuperación y refuerzo (para los suspendidos), como las de ampliación y profundización (para los aprobados). Se tuvo que entregar durante la primera quincena de marzo y posteriormente se está examinando por parte de la Inspección Técnica Educativa.
Asistencia
Obligatoriedad Uno de los puntos clave de la orden de Educación es donde habla de «todo el alumnado al que se refiere esta Resolución tiene la obligación de asistencia al centro hasta el 22 de junio, inclusive».
Control Es una de las cuestiones que preocupa a todos. Según las directrices oficiales, «cada centro establecerá el procedimiento para el control de las faltas de asistencia del alumno. Para ello, el profesor responsable de cada actividad controlará dicha asistencia, con independencia del grupo al que pertenezca el alumnado que participa en la misma» (ya que las clases puede que se reorganicen en función de las actividades bien de refuerzo o bien de ampliación (para los aprobados). El profesor encargado de las actividades comunicará al tutor responsable de cada grupo las faltas de asistencia que se hayan producido.
Absentismo Se considera así «cuando no se asista de forma regular a las clases del centro en donde se halle matriculado, sin causa que lo justifique».
Actividades
Autonomía Los centros, «en virtud de su autonomía pedagógica y organizativa, adoptarán medidas organizativas pertinentes y planificarán las actividades necesarias para atender a todo el alumnado de la etapa».
Suspendidos «Los centros desarrollarán actividades de recuperación y refuerzo para aquellos alumnos que hayan tenido materias de ESO y FPB con evaluación negativa en la ordinaria».
Aprobados «Los centros desarrollarán actividades de ampliación y profundización para los que hayan superado ESO y FPB que serán de asistencia obligatoria». Por ejemplo, torneos de debate y deportivos; iniciativas medioambientales; prácticas de laboratorio; visitas; formación en primeros auxilios; intercambios educativos; campamentos bilingües, etcétera.
Evaluación
Final de curso El equipo directivo incluirá una memoria de evaluación que será trasladada a Dirección General de Educación. FUENTE: Resolución del 06-02-2018 de la Dirección General de Educación (BOR)
La cuestión es qué se hará en los centros: «Queremos trasladar tranquilidad a los padres porque sus hijos van a acudir hasta el último día de clase y van a tener una programación adaptada. En aquellos alumnos con materias suspensas tendrán clases de repaso para intentar aprobar. Y para los que hayan aprobado, el centro puede organizar otras actividades, educativas siempre, pero más desahogadas». Entre esas opciones están, por ejemplo, charlas de orientación, debates, torneos deportivos, iniciativas medioambientales, prácticas de laboratorio, visitas, formación en primeros auxilios, campamentos bilingües, retórica, etc.
«Desde el punto de vista de los profesores y los centros, esto es un cambio que hay que introducir y surgen dudas y aclaraciones que desde la Consejería hemos intentado resolver a través de la orden y de reuniones en grupos de trabajo con directores de centros y padres», admite.
Pero, ¿cómo lo están viviendo el resto de actores? Alberto Abad, director del IES Sagasta, resume su perspectiva: «Hay inquietud por parte de la Consejería para que funcione y no sea un éxodo de los alumnos que han aprobado todo; hay preocupación por parte del profesorado, porque el objetivo principal de ese período es que recupere el máximo número posible de alumnos en la extraordinaria pero los docentes no se pueden desdoblar: o están atendiendo a los que tienen materias suspensas o están haciendo actividades con los aprobados; y parte de los padres están inquietos porque, ¿qué va a pasar con el que ha superado todas las asignaturas? Unos dicen que no pasa nada porque no vayan a clase pues se han ganado las vacaciones (aunque la Consejería ha aclarado que es obligatorio) y otros se cuestionan qué van a hacer sus hijos del 8 al 22 de junio y su derecho a seguir formándose».
En el caso del Sagasta se alternarán charlas de cocina, sesiones sobre los objetivos del milenio, encuentros sobre viajes, clases de primeros auxilios, ajedrez o taller de caligrafía, entre otros, con actos en torno al 75 aniversario del centro y la exposición que van a organizar sobre ello.
Miedo al éxodo de alumnos
Abad fue uno de los directores que participó en reuniones con Educación y se muestra positivo. «Será un año de aprendizaje, de ver cómo organizarnos, aunque el tema del absentismo habrá que ver cómo se vive».
Ramón Iceta, director del colegio Santa María (Marianistas) y presidente de Escuelas Católicas La Rioja, también ha estado en los encuentros previos con la Consejería. «En los centros se va a hacer un esfuerzo, saldremos del paso, pero es cierto que no es una situación fácil. La organización interna de profesores, clases de refuerzo para los suspendidos y al mismo tiempo las actividades con los aprobados, es más compleja de lo que parece». Su mayor temor también es el posible absentismo. «Es lo que más preocupa, ¿cómo aseguras que vengan?». Visitas, excursiones, actos al aire libre, deportes y películas son algunas de las acciones programadas por su centro.
En el plano de los docentes, Gustavo Navas, de ANPE, es crítico y reconoce que su sector está dividido entre lo acertado o no de la medida. «Para el profesorado la situación es muy difícil, cada uno en su aula tendrá que ingeniárselas para poder compaginar las clases de refuerzo con las actividades con los aprobados. La Consejería tenía que haber hablado antes con la comunidad educativa; no hay un camino ni pautas claras, la orden emitida es un punto de partida, pero nada más». También cuestiona el absentismo. «Se ha visto que ocurre en Bachillerato, pero es otro perfil de alumnos, en ESO son menores e inquieta».
La polaridad también se repite en los padres. «La opinión está dividida. Hay inquietud, es un cambio grande. Estamos expectantes en el buen sentido, pero si no funciona pediremos volver a lo anterior», señala Eduardo Rojas, de FAPA. «Este período de clases a los aprobados lo vemos como una oportunidad para trabajar otras competencias que no caben tanto durante el curso; aunque también hay temor y críticas porque otra parte cree que esos días sus hijos no van a hacer nada...», concluye.
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