La crecida del Ebro no causa daños

Al final las aguas ni siquiera llegaron a las estimaciones que había barajado la víspera la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Así, los 900 metros cúbicos por segundo previstos en la capital riojana se quedaron en 779 y 3,58 metros de nivel para, a media tarde, bajar hasta los 399 metros cúbicos por segundo y un nivel de 2,31 metros que al cierre de esta edición mantenían una tendencia descendente. Lo mismo había ocurrido unas horas antes en Alfaro, donde el caudal máximo fue de 1.606 metros cúbicos, lejos de los 1.800 previstos, y su nivel de 6,43 metros para descender a media tarde de ayer hasta 5,64 y un caudal de 1.150.

Sin daños ni riesgos, el único susto se lo llevó un pequeño perro que tuvo que ser rescatado por Protección Civil en Rincón de Soto al quedar atrapado en un árbol al que subió para driblar la crecida del Ebro.