«Con la autopista, nos están engañando y despreciando a los riojanos»

-¿Qué es para usted la AP-68?

-Una barrera, cuya ampliación de la concesión desde el 2001 nos sentenció a los riojanos. Una vía de dos carriles y doble sentido segura para los ricos, porque siempre ha sido de pago, que discurre en paralelo a la N-232 gratuita, que es para los pobres.

-Más de cincuenta colectivos integran en la actualidad la plataforma que, en un año de vida, ha conseguido que los partidos se aúnen en ese objetivo. Pero las declaraciones no se traducen en hechos. ¿Resulta desalentador?

-En el tema de las infraestructuras cualquier movimiento es frustrante porque el tiempo siempre juega en nuestra contra: desde que se toma la decisión hasta que se puede llevar a cabo. Por eso, lo que primero buscó la plataforma fue un consenso y un acuerdo de mínimos en la mayoría de los partidos, porque son los que van a gestionar este asunto. Y ahora queremos concreción sobre las acciones y un compromiso sobre los tiempos. Ya que todos estamos de acuerdo y hay unanimidad en la necesidad de que esa autopista sea gratuita vamos a intentar lograr que sea cuanto antes. No nos conformamos con esperar al 2026 cuando acaba la concesión.

-Pues el fin de la concesión es la única fecha, a día de hoy, que se puede manejar con certeza...

-Ya, pero no podemos llegar hasta ese año con peajes. Lo del fin de la concesión es lo que siempre nos dicen para darnos largas. Antes tiene que ir la ronda sur de Logroño y ni siquiera han iniciado las conversaciones con la concesionaria. El Ministerio de Fomento y Abertis deben presentarnos un plan sobre el acuerdo al que lleguen y el precio que va a costar solucionar este problema.

-Un coste que tendrán que soportar todos los contribuyentes.

-Sí, del mismo bolsillo de los contribuyentes salen el rescate de las radiales de Madrid o las medidas de la supuesta gratuidad de la AP-68 en el tramo riojano. No hay nada gratis. Los ciudadanos necesitan disponer de un dispositivo, el Vía-T, que ya implica tener una tarjeta de crédito. Además, no es gratis para todo el mundo. A nuestra plataforma se han dirigido comerciales que trabajan en La Rioja y que no pueden beneficiarse de las medidas. Gratuito sería que no haya ninguna cabina de peaje y que todos los accesos estén construidos porque, sin ellos, la AP-68 comunica La Rioja, pero no la vertebra.

-Este problema riojano también es similar al que tienen en Cataluña (AP-7), País Vasco (AP-8), Andalucía (AP-4), Castilla y León (autopista León-Astorga o la AP-1 entre Miranda de Ebro y Burgos)... Ninguna región cree merecer menos.

-Le voy a dar algún dato para que se vea la evidente desventaja de La Rioja en materia de infraestructuras. Teruel tiene 141 kilómetros de autovía gratuita; Soria, 121; Cantabria, 230 y Murcia, 547. La Rioja, salvo lo más reciente, tiene 57 kilómetros. Sufrimos un atraso que nos está ahogando económicamente, ya que muchas empresas saben cómo está la N-232. Pero socialmente, sobre todo, padecemos un problema brutal: desde el año 2000, cada muerto en esta carretera es un muerto cada 800 metros. A todos se nos encoge el corazón cuando vemos flores depositadas en los lugares en los que ha habido accidentes de tráfico mortales. Si cada 800 metros de la N-232 tuviéramos que ver esas flores, ¿quién lo podría soportar? Por ello es muy duro asumir que la solución está a la vista de la N-232.

-Consideran ilógico el desdoblamiento de la N-232 y, sin embargo, los transportistas riojanos asociados a Atradis-Rioja avisan de que la AP-68 no está diseñada para asumir tráfico pesado e insisten en pedir la construcción de la nueva autovía.

-Duplicar algunos tramos puede ser útil, pero rechazamos un desdoblamiento total porque supone condenar al asfalto tierras de cultivo fértiles teniendo una autopista al lado. Si la AP-68 no es válida para el transporte de mercancías, la concesionaria debe invertir en acondicionarla y la administración pública ha de estar vigilante para que lo haga, porque es su obligación.

-Centrémonos en la ronda sur de Logroño. ¿Comprenden el argumento del Ministerio de que el proyecto se ha visto condicionado por las limitaciones presupuestarias?

-Ya, ya... ¿Y el dinero que aún nos deben por el 'efecto frontera'? ¿No sería justo que se nos diese? La realidad es que la conversión de La Rioja en votos no es razonable para ellos. Además, si no hay dinero ahora, tampoco lo habría cuando se nos prometió. Justificarse en la falta de dinero no tiene sentido.

Promesas «en voz baja»

-¿Se sienten engañados?

-Sí. Hacen las promesas en periodo electoral y luego se diluyen. Con un Gobierno central u otro nos están despreciando claramente. Aquí las promesas se hacen en voz baja para que no las oigan en Madrid. Y, lo que es peor, las administraciones riojanas no reaccionan y echan las culpas a otros. Nos tienen que dar fechas y presupuestos para empezar las obras. Sólo así tendremos la seguridad de que no nos engañan.

-Quieren ver dinero sobre la mesa.

-Exacto. Debería estar prohibido prometer algo sin presupuesto; sin una solución real y económica. La Plataforma tiene apuntadas las promesas que han hecho todos a lo largo de este tiempo. Y, en todo caso, si los compromisos adquiridos no se satisfacen deberían exigirse responsabilidades y que las asumieran. Un gesto que, ya sabemos, no se estila en nuestra política.