El gran cuento chino

La hipotética autovía de la N-232 ha sido el 'refugio' de PP y PSOE para justificar sus reiterados incumplimientos del rescate de la AP-68

ALBERTO GIL

Viernes, 28 de octubre 2016, 13:10

El proyecto de duplicación de la carretera N-232, la vía de comunicación más conflictiva (siniestra) de la Comunidad riojana, es el mayor 'cuento chino' jamás contado a los riojanos. Hay que retrotraerse al año 2000, con gobiernos central y regional del PP, para entender cómo un proyecto tan importante ha ido pasando de plan a plan de infraestructuras sin que ningún ejecutivo, ni del PP ni luego del PSOE, haya tenido la más mínima intención de poner en funcionamiento dos vías de alta capacidad paralelas.

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El 4 de febrero del año 2000, la entonces consejera de Obras Públicas, Arancha Vallejo, anunció la prórroga de la concesión de la autopista AP-68 por quince años (del 2011, cuando acababa originalmente, al 2026) a cambio de una rebaja del 40% en el peaje. El Gobierno riojano apoyaba el acuerdo con la concesionaria, pero no renunciaba a los desdoblamientos de la N-120 y la N-232. Un supuesto 'negocio' redondo: «Podremos tener desdobladas estas dos vías y con una autopista más barata», aseguraba Vallejo.

No se creyeron el mensaje ni el PSOE ni el resto de formaciones políticas -al igual que la sociedad riojana- que, tal y como ahora entiende el Ministerio de Fomento, no concebían viables económicamente dos infraestructuras paralelas de alta capacidad. Fue entonces cuando el expresidente Pedro Sanz (PP) se sacó de la chistera un nuevo conejo: «Necesitamos la duplicación de la N-232; esta infraestructura es la que vertebra la región; la AP-68 la aísla».

Tres años después, el entonces candidato a presidente José Luis Rodríguez Zapatero soltó en un mitin en Logroño que, si llegaba a La Moncloa, «hablaremos de ese peaje que me parece tan injusto». Y Zapatero llegó a La Moncloa, pero pasaron tres años hasta que dio el primer paso: desde septiembre del 2007, el Ministerio de Fomento comenzó a financiar la gratuidad entre Cenicero y Agoncillo, pero en las mismas condiciones que ya lo hacía el Gobierno de La Rioja: para usuarios de Vía-T y renunciando definitivamente a la promesa de la liberalización.

Mientras tanto, el proyecto de duplicación de la N-232, con un hipotético presupuesto de casi 500 millones de euros, siguió siendo el refugio empleado por las formaciones políticas para justificar el incumplimiento de las promesas. En enero del 2009, el entonces delegado del Gobierno, José Antonio Ulecia, anunció que los proyectos de desdoblamiento de la nacional se licitarían en el 2010: «Es una alternativa demandada por toda la sociedad riojana», decía.

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No se licitaron, pero sí en el 2009 se aprobó un estudio previo que dividía el desdoblamiento en seis fases, aunque la autopista sólo sería alternativa a la duplicación de la N-232 en el entorno de Logroño (la ronda sur, que Fomento asegura que sí tendrá partida presupuestaria en el 2017), pero no en el resto de la región. De nuevo, se produce un cambio de gobierno, y ahora es el PP el que anuncia: «El estudio informativo de la N-232 se aprobará en breve (dicho en febrero del 2012) para comenzar a licitar proyectos».

Sin embargo, cuatro años y medio después, con la visita del ministro de Fomento en funciones Rafael Catalá la pasada semana y las posteriores aclaraciones del director general de Carreteras, Jorge Urrecho, parece que despejan por fin el panorama: habrá ronda sur, incluso prioritaria para el Ministerio de Fomento, habrá variantes sobre la N-232 en El Villar de Arnedo, Fuenmayor y Briones, pero no habrá duplicación de la carretera ni rescate completo de la autopista.

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Ahora bien, en el 2026, si se cumple la 'promesa' actual, la AP-68 se convertirá en la autovía A-68 por el fin de la concesión de la autopista de peaje, quince años después de lo que lo hubiera sido sin aquel 'gran engaño'.

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