MuWi a 40ºC a la sombra

Lo cierto es que es un lujo disponer de esta oferta de música en directo gratuita, al aire libre, en el casco antiguo de Logroño. Se puede asistir acudiendo en bicicleta, incluso paseando al perro. Pero el público sigue siendo insuficiente. Muy escaso en esta ocasión, con apenas unos cientos de personas. Casi lo más preocupante es que los ejemplos de músicos riojanos presentes como espectadores en el festival sea testimonial y, por tanto, meritoria. Parece haber más riojanos programados como artistas que convocados como espectadores.

Sethler ofreció un concierto correcto con su singular formación de dos guitarras eléctricas y percusión. Los tres músicos actuaron uniformados involuntariamente con tres estivales camisas de manga corta con dibujos de plumas, viñetas de cómics... mientras las componentes de Estrogenuinas intentaban aparcar en Valbuena. El grupo Sethler cantó en castellano para presentar las canciones de su nuevo disco, 'Negociación', protagonizado por un rock suave y animoso. Hugo Martín Cuervo, que también es director de cine e incluso ha sido nominado a los Premios Goya, protagonizará hoy otro concierto, este acústico, en la Sala de los Tinos de Bodegas Franco-Españolas.

Después salió al escenario Johnny Hate, banda surgida de las cenizas de Naive, de nuevo con Juan Carlos Santos al frente. Su música tiene, si cabe, un poco más de fuerza en directo, tiende a veces al 'country' y a veces al 'rockabilly', cantando en inglés, casi con acento de Wisconsin. La banda logroñesa también presentó su nuevo disco, ya con un sol abrasador pasadas las 15 horas. Entonces hacía 40ºC a pleno sol.

Precisamente Estrogenuinas presentaron su nuevo disco, 'De Guijuelo a Winsconsin'. El grupo lo forman cuatro jovencísimas muchachas: un grupo punk, por la rapidez de sus canciones, pero también pop, por su contenido. No hay más que echar un vistazo a algunos títulos de los temas que interpretaron: 'Pepinos asesinos', 'Salmones de mercurio'... Invocaron a Gabriel García Márquez al entonar 'Orgía en casa de los Buendía' y se presentaron como "el sector rebelde de la zona femenina". En cuanto al calor sofocante, quisieron hacer de la necesidad, virtud: "El mejor moreno no se coge en el Caribe sino aquí, en Logroño".

Derrochaban simpatía, desparpajo y frescura, eso no se les puede negar. Quizá por eso, para no perdérselas, la organización optó a última hora por acercar un toldo inutilizado con el que aliviar a los espectadores con algo de sombra.