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Pío García
Lunes, 25 de julio 2016, 16:43
A Pedro Sánchez le esperan unos días muy complicados. El Gobierno español sigue en el aire, tras la repetición de las elecciones generales, y Mariano Rajoy deberá pelear por garantizarse la abstención del PSOE, que, de momento, no parece estar por la labor. Sánchez prefiere que el PP logre un acuerdo con Ciudadanos y con los nacionalistas, lo que tampoco resulta sencillo, mientras ellos se convierten en la voz de la oposición en el Congreso. Y, entre tanto, la sombra de Podemos sigue allí, a su izquierda, siempre acechante. El Rey inicia ya este lunes su ronda de consultas y el jueves, a las 12.30 horas, Pedro Sánchez llegará a la Zarzuela para cambiar impresiones con Felipe VI. Esa misma tarde está citado Mariano Rajoy, que quizá reciba ya el encargo de formar Gobierno.
Nadie sabe, a estas alturas, cómo se va a desmadejar semejante embrollo. Quizá ni el propio Sánchez lo sepa todavía. Para oxigenarse, el secretario general del PSOE ha decidido cambiar los viciados aires de los salones madrileños por el perfume natural, casi inmaculado, de Aldeanueva de Cameros.
En esta pequeña localidad, dependiente del municipio de Villanueva, con apenas 18 habitantes censados, ha decidido Sánchez pasar el fin de semana con su familia. No es la primera vez que el líder socialista llega a este enclave de La Rioja, ya que un familiar suyo posee una casa en este hermoso y remoto pueblecito, al que se llega por un ramal que parte de la N-111, y que parece sacado de un belén: con su riachuelo, su puente de un ojo y sus casas de piedra y madera. En plena naturaleza. Mientras Madrid se asfixiaba de calor, Sánchez ha aprovechado las jornadas festivas para darse largos paseos por la montaña e incluso para compartir una comida con los vecinos del lugar.
La visita de Sánchez ha sido completamente privada y en su agenda no ha habido contactos políticos de ningún tipo: sólo paseos entre la naturaleza y conversaciones amables con lugareños y veraneantes.
Las breves vacaciones riojanas del líder del PSOE terminaban este lunes. Tiene dos días para preparar su entrevista con el Rey y para definir la estrategia definitiva de su partido en el próximo y decisivo mes. ¿Permitirá la investidura de Rajoy con su abstención? Si es así, ¿qué pedirá a cambio? ¿Conseguirá calmar a sus barones, no siempre fáciles de apaciguar? ¿Consolidará su cargo de secretario general del PSOE? ¿Habrá, en fin, nuevas elecciones? Preguntas importantes para las que Sánchez ha buscado respuesta en los bosques cameranos.
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