Malas noticias
«...quienes, amenazando cada día con la secesión, luego exprimen las ventajas que concede ser ciudadanos de una nación que algo pesa en Europa»
Jorge Alacid
Martes, 28 de junio 2016, 14:16
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Jorge Alacid
Martes, 28 de junio 2016, 14:16
La decisión del Tribunal Constitucional de preservar el llamado blindaje del concierto vasco, frente a las reclamaciones presentadas por quienes se sienten atacados por semejante rareza económico-política, no por esperada y por legítima (como cualquier otro fallo judicial) resulta discutible. Desde luego, para La ... Rioja representa una mala noticia. Muy mala. Porque se consagra una especie de España de distintas velocidades en función de derechos históricos de dudosa validez. Y porque además el contexto en que se conoce la sentencia se caracteriza por los nubarrones que propicia el confuso momento político que vive el conjunto del país.
España tiene problemas. Los propios de la vida de cualquier país y los aportados graciosamente porque quienes, amenazando cada día con la secesión, luego exprimen las ventajas que concede ser ciudadanos de una nación que algo pesa en Europa. Se trata de la permanente desleatad que acreditan los vecinos del norte de La Rioja y la que más recientemente distingue a las instituciones de Cataluña. En esa coyuntura, cualquier medida que no se dirija a preservar la solidez del aparato jurídico del conjunto del Estado opera en sentido inverso. Da alas a quienes apuestan por construir en el seno de España su propio universo con un aparato jurídico 'ad hoc' y contribuye a que flaquee la confianza del ciudadano en un entramado administrativo que debería ofrecer garantías de igualdad.
Es justo lo que ahora no sucede. Régimenes fiscales propios, haciendas propias, leyes propias Toda esa malla de probada densidad y eficacia levantada en el País Vasco para profundizar en una autonomía que ha ido más lejos de lo previsto por los padres constitucionales recibe hoy un curioso respaldo por parte de las mismas instituciones tan a menudo cuestionadas por los nacionalistas. Cruel paradoja. Más cruel teniendo en cuenta el paisaje que se avecina: con el voto de los nacionalista convertido en decisivo para formar el nuevo Gobierno español.
Un panorama que exige de las instituciones riojanas osadía, valor, coraje y olfato político. Exige dirigentes que estén a la altura del delicado momento que llega. Un tiempo para el que vale lo que Shackleton pedía a los expedicionarios dispuestos a viajar al Polo: "Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito"
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