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DIEGO MARÍN A.
Viernes, 22 de abril 2016, 21:05
El servicio de Ganadería del Gobierno de La Rioja mantuvo esta semana una reunión con los apicultores más afectados de la región por la invasión de la avispa asiática. El veterinario Francisco Alonso Chávarri ofreció una charla para informar sobre el problema, explicar los avances territoriales del depredador e instar a colocar trampas para poder cazar, sobre todo, a las reinas. En los últimos meses se han detectado y destruido nidos de avispa asiática en El Cortijo (Logroño) y en los montes Obarenes y San Felices (Haro), y se sospecha de otro en Varea.
«Nos hemos puesto en contacto los apicultores para buscar medidas de prevención y para saber distinguirlas porque se están produciendo llamadas falsas, confundiéndolas con otras avispas», declaraba el apicultor de VareaÁlvaro Garrido, tras la reunión. La avispa asiática es negra, con las patas y la parte final de tórax amarillenta, lo que la diferencia del avispón europeo. Lo que más llama la atención es su tamaño: mide hasta tres centímetros.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha repartido 'cazaavispas' entre los apicultores riojanos para que éstos coloquen las trampas en los alrededores de sus colmenas, pues se asientan en las cercanías por su condición de depredador, matando a abejas, moscas y mariposas. Un nido de avispa asiática puede tener 16.000 celdas, de ellas salir 300 reinas y estas, a su vez, formar 300 nuevos nidos.
¿Dónde están los nidos?
Los nidos se sitúan en las partes altas de los árboles, hasta a diez metros de altura. Para incentivar la colaboración ciudadana los apicultores pensaron ayer en premiar a quien encuentre un nido (y dé aviso al 112 para su destrucción) con unos botes de miel como recompensa. Esto sería parte de una campaña de concienciación que todavía está por perfilar. «Hay que controlar el avance porque, si no, nos quedamos sin abejas», advirtió Álvaro Garrido.
La avispa prefiere asentarse en los valles, busca microclimas húmedos y no le interesan alturas superiores a los 900 metros, por el frío. El valle del Ebro es un lugar idóneo para sus nidos. «Hay que mentalizar a la gente, a los senderistas y deportistas, de que estén atentos. Pero primero tenemos que colocar las trampas», piensa Garrido.
Cada apicultor recogerá el contenido de los 'cazaavispas' cada quince días y lo entregará a Ganadería para que analice las capturas. Las trampas se van a colocar este fin de semana y la primera fecha de recogida será el 3 de mayo. El estudio permitirá conocer el avance de la avispa asiática en La Rioja.
El primer nido detectado, en Brieva
«Parece que la Administración se preocupa y eso está bien, pero poco podemos hacer porque hay métodos para detectar a la avispa pero no para luchar contra ella», considera Ismael Llaría, apicultor de Anguiano que detectó el primer nido de avispa asiática en La Rioja, en Brieva, en el año 2014. Desde entonces, y tras ser destruido el nido, y a pesar de las trampas, no se han detectado más avispas en la zona. Tampoco en El Rasillo, donde la apicultora y veterinaria Raquel Ortega cree que sería más eficaz «trabajar en feromonas para atraer a las reinas, pero aún no se ha logrado nada».
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