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L.J.R.
Lunes, 18 de abril 2016, 21:49
La voz de alarma -la red sólo había sido multada en una ocasión por la Delegación del Gobierno por tener un trabajador irregular- la dio uno de los inmigrantes que llegó a España de la mano de la trama de Javaid A. Lo hizo ... porque sabía que «la comunidad pakistaní es muy estanca y suele resolver sus problemas entre ellos». Por eso y por que, según su declaración, tenían a muchos compatriotas «como si estuvieran en una cárcel».
Según declaró uno de los testigos protegidos, eran habituales los malos tratos, los insultos y las amenazas. Aseguró, por ejemplo, que dentro de uno de los kebab de la banda, el hermano del líder de la trama le golpeaba, le llamaba hijo de puta y le decía que iba a tener problemas él y su familia de Pakistán.
Los investigadores explican que en la república islámica los integrantes de la trama contarían con armas disponibles para poder realizar cualquier tipo de acción contra las personas que interfirieran en sus negocios, tal y como se constata en varias comunicaciones en las que se hace mención al uso de armas contra miembros de grupos contrarios».
De hecho, en una de las conversaciones interceptadas, M.H. habla con una tercera persona sobre un tiroteo en Milán y hacen referencia a la venta de un kalashnikov reconociendo que «los vendieron para otro asunto».
En relación a ese tiroteo en suelo italiano, la víctima, herida leve, fue un sobrino de M.A., uno de los hombres de confianza de Javaid A. En las conversaciones con su sobrino, M.A. le manifestó su disposición a viajar a Italia para «viajar a Nápoles porque allí tenía amigos» que podían solucionar el asunto por el que había sido atacado.
El propio M.A., en otras ocasiones, hizo de recaudador de deudas pendientes por parte de la organización. En diversas conversaciones interceptadas éste habla de su disposición a «ir a Pakistán para hablar con su padre [el del deudor]» que, asustado, le dice «que tiene hijos y que no quiere que le asesine, que en cuanto tenga dinero (la deuda ascendía a entre 2.500 y 2.700 euros, según los investigadores) se lo devuelve, que no quiere que le peguen un tiro en Pakistán, que no le haga daño».
Los investigadores aseguran que los «ajustes de cuentas se producirían en Pakistán, donde la trama contaría con mayor impunidad a la hora de asesinar al deudor o a su familia».
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