Electrolux y Schweppes, los precedentes

La firma de bebidas aterrizó en El Sequero en 1992. Lo hizo gracias a los 4,6 millones de euros que le concedió el Gobierno de La Rioja. Pero la historia de Schweppes en suelo riojano fue fugaz. Apenas una década después de producir las primeras botellas de la famosa tónica y del refresco Trinaranjus, en enero del 2002 la planta cerraba sus puertas. La negociación fue intensa y finalmente la firma llegó a un acuerdo para devolver sólo parte de las ayudas recibidas. Lo hizo tras la venta de sus terrenos al Grupo Logístico Arnedo. En octubre del 2005 reintegraba a las arcas riojanas 600.000 euros.

Más larga fue la vida de, primero, Zanussi y luego, Electrolux, en La Rioja. Se instaló en Fuenmayor en 1976 y en marzo del 2006, después de haberse integrado en la corporación sueca en 1984, sus más de 450 empleados se quedaban sin trabajo tras el cierre de la planta.

Electrolux también se había beneficiado de las ayudas regionales y el Gobierno de La Rioja negoció su devolución. El entonces presidente regional Pedro Sanz informaba en febrero del año 2006 de que el Gobierno de La Rioja y la multinacional nórdica habían cerrado un acuerdo por el que la compañía sueca revertiría 3,9 millones de euros, de los 6 millones que durante el año 1997 recibió en subvenciones de la administración regional.