CCOO exige «la implicación de las administraciones públicas» para evitar el cierre

En línea con lo sucedido el martes, el Consejo Confederal de CCOO también mostró su extrañeza por las formas: «No deja de sorprendernos la decisión adoptada por el Grupo Imperial, sin previo aviso y sin dar lugar a una comunicación e interlocución previa que permita articular medidas alternativas al cierre de la única fábrica de cigarrillos que se mantenía en nuestro país», explica una nota que recuerda que «en los dos últimos años esta factoría ha realizado un ajuste de unas 200 personas para adaptarse a la producción del mercado español, asumiendo un cambio organizativo que aumentaba las funciones de su plantilla para situar a Logroño en el número uno dentro del grupo»,

Por todo, CCOO exige «un marco de diálogo abierto a otras soluciones que no impliquen el cierre de esta fábrica, comprometiéndonos a articular las soluciones que sean razonables para mantener activo el centro de trabajo de Altadis en La Rioja».

Por su parte, y en un comunicado conjunto desde las sedes centrales de CCOO, UGT y CSIF, los tres sindicatos mostraron su «absoluto rechazo» a la medida del cierre, que califican de «absolutamente injustificado» y exigieron «el cumplimiento del contenido expuesto en la reunión del comité europeo del mes de diciembre en la que Titus Wouda [director de operaciones de Imperial Tobacco] manifestó que en el año 2016 no habría ningún cierre de fábricas».