Fuese y no hubo nada
«Era la Navidad del 2002. El Ministerio de Fomento que dirigía el flamante y flamenco Francisco Álvarez Cascos anunciaba sin recato ni prudencia...»
José Antonio Del Río
Lunes, 9 de noviembre 2015, 10:25
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José Antonio Del Río
Lunes, 9 de noviembre 2015, 10:25
Era la Navidad del 2002. El Ministerio de Fomento que dirigía el flamante y flamenco Francisco Álvarez Cascos anunciaba sin recato ni prudencia, cualidades que por lo general les han sido ajenas a los sucesivos ministros del ramo, la salida «a información» del estudio para ... la alta velocidad del tramo ferroviario Logroñó-Castejón. La noticia ocupó un titular secundario en la primera página de Diario LA RIOJA de la fecha y una pagina, la quinta, en su interior con todo lujo de detalles. No se trata, verdaderamente, de la primera huella del ferrocarril de AV hallada una primera página del Diario que tiene, lector, entre sus manos, pero convengamos que bien pudiera datarse en esa fecha el inicio de un ciclo de infausto recuerdo y perspectivas poco halagüeñas para las comunicaciones ferroviarias de la región.
Luego de aquel titular, vinieron otros muchos. A ministro nuevo, nuevos compromisos. A cada lance electoral, promesas renovadas. Y a cada cambio de ministro, el mismo balance quevediano del saliente: fuese y no hubo nada.
«La Cámara de Comercio pide que se impulse el eje ferroviario entre España y Francia de AV» (14/1/2003). Había pasado un año y el órgano cameral, que siempre ha andado muy atribulado con estas cuestiones del transporte, levantaba la mano y, puesto a soñar, se imaginaba ya apeándose en Lyon o en Dax de un AVE con origen Logroño, que ya es imaginar.
«Fomento apuesta en La Rioja por el trazado para la vía de AV que cree peor, pero lo elige por precio» (11/2/2003). Con trazas de broma, fue el primer revés, el aviso de lo que estaba por llegar. Mejor dicho, por no llegar, aunque el Ministerio de no cejaba en su empeño de poner golosones a los riojanos, ya fuera hasta entonces con Cascos o desde abril del 2004 con Magdalena Álvarez, que se destapaba con el poco rubor que luego caracterizaría su mandato: «Un eje de AV que unirá País Vasco y Valencia plantea atravesar La Rioja» (23/6/2004). «Fomento -añadía la primer plana-, anuncia una línea rápida entre el Cantábrico y el Mediterráneo a través de Logroño, Zaragoza y Teruel». Semejante gollería, se explicaba en el Diario del día siguiente, «conectaría La Rioja con Valencia en menos de tres horas».
Lanzado estaba el Gobierno de Zapatero. Tanto que: «El presupuesto del Estado en La Rioja llega a 136 millones y prevé la línea de alta velocidad Logroño-Miranda» (2/10/204). Y a tal Ejecutivo eufórico, el de aquí y los agentes sociales se hicieron la foto de rigor mientras exigían «Doble vía férrea y la llegada de la AV en cinco años» (15/3/2005).
A tenor del vistazo a las primeras páginas de este siglo, la cuestión ferroviaria entró en letargo, o en catalepsia. Habría que esperar tres años para volver a la realidad: «Navarra aventaja a La Rioja como futuro eje de conexión ferroviaria del noreste español» (3/11/2008). El Gobierno foral, se explicaba, ultimaba su proyecto para licitar el tren al tiempo que «el plan de la línea Cantábrico-Mediterráneo apenas acaba de iniciar los trámites», denunciaba el periódico.
Como su antecesor, fuese y... llegó Blanco, José Blanco, que enseguida hizo suyas las reivindicaciones del pacto que llevó al PSOE y al PR en comandita a la Alcaldía de la capital riojana, tren de AV, faltaría más, incluida. Y en estas, el consejero riojano del ramo se puso en reivindicativo y hasta mandó... una carta al nuevo ministro para exigirle «el mismo trato que a Navarra en el desarrollo de la AV» (19/5/2009).
«El eje de alta velocidad navarro se anticipa al riojano para unir Cantábrico y Levante», ponía negro sobre blanco este Diario (21/6/2009). «El TAV navarro se inicia en el 2011 y el tamo riojano sigue en fase administrativa», detallaba en la misma fotografía escrita. Más Fomento no se arredraba y era capaz de vender titulares de cinco columnas: «La AV discurrirá paralela a la AP-68 entre Calahorra y Logroño» (26/8/2009). El Ministerio añadía, puesto a vender humo, «el trazado aprobado incluye una variante por el norte del casco urbano de Rincón de Soto». ¿Quién dijo qué?
El ministro Blanco tendría sus virtudes, pero en su equipo no se alineaba la discreción. «Fomento prevé que la AV enlace La Rioja con Valencia en menos de tres horas. Blanco anuncia que los 750 kilómetros del eje del Ebro estarán ya en obras o en estudio este mismo año» (5/11/2009).
Solo cinco meses después (31/3/2010), Fomento reculaba: «El eje ferroviario con Castejón no estará en obras hasta el 2013», lo cual no habría estando mal del todo si no hubiera terciado un decisión de alto calado político que se resumía en otro titular: «Fomento deja a La Rioja fuera de las inversiones para la AV». Las elecciones pusieron a Pepiño un año después en Galicia, y, como sus antecesores, fuese y...
De la mano de Mariano Rajoy llegó Ana Pastor a Fomento y entrambos recortaron y recortaron hasta que a la ministra se le olvidó, súbito, incluir la llegada de la AV a La Rioja entre los planes de su negociado. César Luena se estrenaba como secretario general del PSOE riojano y proponía «al PP un pacto para la AV en La Rioja» (27/2/2012) sobre el que nunca escuchó respuestas.
Ana Pastor no quiso ser menos que sus predecesores y pronto se vino arriba: «Fomento anuncia para el año 2024 la llegada el AVE...» (15/3/2012). El zasca en toda la cara no tardó. «Europa rechaza cofinanciar el tramo ferroviario riojano de AV» (23/3/2012). Y aquella, erre que erre, envidaba: «Pastor tilda de objetivo irrenunciable la llegada de la AV a La Rioja» (6/7/2012) y echaba el órdago: «Si el eje riojano de AV no lo paga Europa, lo pagará el Estado».
«Un error técnico impide la votación en la UE de la enmienda del AVE riojano» (19/12/2012), se justificaba un segundo zasca de la UE a la ministra Pastor desde fuentes oficiales. Más era injustificable y el Ministerio hubo de bajar la cerviz: «Fomento da por hecho que la AV riojana se queda fuera de la financiación europea» (19/1/2013). El mea culpa tuvo respuesta desde el Gobierno regional: «Sanz reitera que el AVE llegará con financiación de Europa o el Estado» (23/1/2013).
«La Rioja entra en la vía europea», se leía en este periódico (11/6/2013). Un programa de nombre «Conectar Europa» podría acoger los proyectos que, como el de La Rioja, habían quedado fuera de la denominada red básica. Cada cual arrimó este ascua a su sardina, pero experiencias anteriores permitían un significativo titular: «Partidos y agentes sociales ven con moderado optimismo la inclusión del eje ferroviario en los planes de financiación europea» (12/6/2013).
Dos años después, muchos intercambios de culpas más tarde, Europa repartía los fondos del programa 'Conectar...' y, como imaginará el avisado lector, «La UE compromete 39 millones para el AVE navarro mientras el eje riojano sigue a la espera». Lo dicho, no hubo nada.
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