La voz del nuevo Gobierno

Porque el encaje en el gabinete de Martínez Arregui, veterana compañera de profesión que lidió en la prensa y la radio regionales antes de pasarse al otro lado, era el secreto mejor guardado del nuevo presidente. Cuando se apuntaba a la salida del Palacete de Emilio del Río, que ejercía el rol de escudero del jefe del Gobierno, parecía más apropiado para su puesto alguien con ese mismo perfil y que le añadiera cierta conexión con el PP más fluida. Pero Ceniceros ha resultado ser un dirigente más audaz de lo previsto, amigo de este tipo de piruetas: para delegar su agenda diaria en un colaborador que sea a la vez confidente y cara del Gobierno ante los medios de comunicación (lo cual suele equivaler a ser su vínculo con la opinión pública), ha preferido a alguien en las antípodas de Del Río. Una persona discreta, que rechazaba hasta ahora la proyección pública de su cargo, pero que tendrá que habituarse a lidiar con una faceta de elevado contenido político y notable protagonismo mediático.

Es un reto mayúsculo. Aunque bien vista en el PP riojano, Martínez carece de una profunda conexión con las entrañas del partido, requisito que ya pesó en la gestión de su predecesor. A su favor cuenta con un aval indiscutible: Ceniceros se fía de ella. Además, conoce bien La Rioja interior de tantos y tantos viajes con su jefe, lidia con soltura con la prensa y recoge elogios incluso de la oposición socialista, que guardaba buenas palabras para ella en su etapa en el Parlamento regional.

El tiempo dirá si esta nueva etapa que se abre para Martínez Arregui confirma la impresión que destilaba ayer: consciente del peso que recae ahora sobre sus hombros, pero convencida de que afronta una etapa apasionante. En esos términos hablaba hacia las cinco de la tarde, cuando este cronista ignoraba que charlaba con la nueva consejera de Presidencia. Ceniceros piensa en ella como primer eslabón entre el Gobierno y la ciudadanía: mientras cumple tal cometido, el nuevo presidente ya puede estar seguro de algo. Su portavoz sabe guardar un secreto.