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M. J. GONZÁLEZ
Lunes, 13 de julio 2015, 21:07
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Rioja Fernando Antoñanzas sostiene que el déficit entre el gasto en pensiones e ingresos por cotizaciones «va a seguir así durante un tiempo, simplemente por la pura evolución demográfica». Además, advierte de que el sistema ... seguirá en desequilibrio mientras no aumenten las horas cotizadas.
¿Qué valoración hace de los datos de la Seguridad Social?
Pues creo que ahora tenemos suerte, porque se están jubilando las personas que nacieron entre 1940 y 1950, que todavía no fueron muchos. A partir de 1956 los cortes de nacimiento empezaron a crecer mucho y durante los sesenta muchísimo más. Todavía hoy estamos ante los últimos coletazos de las jubilaciones de los nacidos en la posguerra y la situación económica ha provocado un déficit que, aún así, no ha sido muy grande. El problema lo tendremos dentro de cinco o seis años cuando se jubilen los nacidos a partir de 1956, máxime si no hay un crecimiento económico fuerte, la actividad económica continua relativamente baja con una ocupación baja o, aunque sea alta, con unas cotizaciones pequeñas porque el número de horas trabajadas no es grande.
¿El problema es que se crea empleo pero precario?
Efectivamente. Hay trabajadores a tiempo parcial empleados durante diez o quince horas semanales. Eso supone que se necesitan tres ocupados de ese perfil para redondear un tiempo completo. Así que tiene que aumentar el número de cotizantes y de sus horas porque si no, no vale. Ese es el quid de la cuestión. Además no hay que olvidar que todos esos cotizantes a tiempo parcial recibirán en el futuro pensiones en consonancia. Es decir, esos futuros pensionistas necesitarán mucho más años de trabajo para tener el derecho como si fueran prestaciones completas. Y si no las tienen, les aplicarán la norma establecida en la reglamentación.
El gobernador del Banco de España reabrió recientemente el debate sobre la necesidad de que los ciudadanos se preparen desde ya para complementar sus futuras pensiones públicas con productos de previsión privados. ¿Hablar de ahorro no es un exceso cuando la salida de la crisis todavía no ha alcanzado a la mayoría de los ciudadanos?
Durante los años de bonanza, el ahorro se materializaba en vivienda y muy poco en activos líquidos. Ahora, quienes tienen capacidad de ahorro no lo hacen en vivienda y están ahorrando en activos líquidos, con lo cual sí que habría dinero para esa sugerencia de Linde. El gobernador no dice que haya que privatizar el sistema público. Lo que dice es que, tal y como está concebido, como un reparto con consolidación de derechos, va a llegar para lo que llegue. Políticamente esto es una bomba de relojería, pero es de cajón. El problema es que el Banco de España, en lugar de estar a las tareas de alta inspección bancaria se dedica a decir estas cosas, que también las tiene que decir. Pero, claro, a la gente le incomoda que no haga bien su labor y que diga cosas que molestan. Si hiciera bien su tarea estaría mucho más legitimado para plantear este tipo de cuestiones.
El total de gastos no ha parado de crecer, mientras el de ingresos cae. El déficit del sistema se ha ensanchado más...
Así es. La brecha se va abriendo. Pero para eso está la solidaridad interregional, que es lo que hace la Seguridad Social: repartir.
La situación de Grecia
No desaprovecho la ocasión para pedirle una reflexión sobre cómo nos afectaría a los españoles un posible impago de la deuda griega.
Esa deuda, que viene a ser el equivalente al gasto en prestaciones por desempleo, se quedaría como deuda de dudosísimo cobro. Nadie nos la condonaría y la tendríamos que soportar enteramente nosotros.
¿Grecia no tiene otra salida que salir del euro?
Es muy difícil hacer pronósticos. En todo caso, creo que su salida del euro no sería tan difícil y, de hecho, ya está bastante descontado que no pagara su deuda. Sería entonces un país como Dinamarca, con su propia moneda, y con la ventaja de poner el marcador a cero: a partir de entonces generaría ingresos sin arrastrar deuda. Hace un par de semanas coincidí en Alemania con profesores universitarios y directivos de instituciones públicas griegas, y ellos no hacían una tragedia de todo esto. Me llamó la atención por tratarse de gente bien posicionada intelectualmente, y que dan por supuesto que si salen del euro no pagarán nada de lo que deben. Que es muchísimo.
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