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C.N.
Sábado, 11 de julio 2015, 20:22
La evolución del número de alumnos extranjeros es reflejo de la misma transformación que ha tenido la presencia de la población inmigrante en la región. Llegaron en busca de un futuro mejor cuando en La Rioja, al igual que en el resto de España, la economía avanzaba a rebufo especialmente de la construcción, pero la burbuja inmobiliaria estalló y los mismos que vinieron emprendieron el camino de vuelta a casa. El trabajo escaseaba y el futuro se hacía cada vez más incierto.
Precisamente, «el regreso a casa es la principal causa del descenso del número de alumnos extranjeros en las aulas riojanas, pero también ha influido la nacionalización», según explica Miguel Ángel Fernández, subdirector general de Universidades y Ordenación Educativa del Gobierno de La Rioja. La caída comenzó a notarse en el curso 2011-2012 y a partir de entonces ha sido paulatina.
No todos han regresado a sus orígenes por igual. El retorno ha sido más intenso entre los ciudadanos procedentes de países «que ahora mismo -explica- están en vías de desarrollo», sobre todo, de Sudamérica, como Bolivia, Ecuador y Colombia. De acuerdo con sus datos, no ha ocurrido lo mismo con los alumnos procedentes de África e incluso de algunos países de Europa, como Rumanía.
Si bien el retorno es la principal causa, no es la única, «otro componente es la nacionalización de los extranjeros, que ahora han conseguido la nacionalidad española y, por tanto, son considerados nacionales y no extranjeros», apuntó.
El alumnado de origen extranjero en La Rioja cuenta con una serie de medidas de refuerzo, ademas de las generales a las que tienen acceso todos los alumnos, como las de atención a la diversidad, entre otras.
También hay medidas específicas, como las aulas de inmersión lingüística ya que «la principal barrera es el conocimiento del idioma». En Logroño hay dos aulas, una en Escolapios y otra en el colegio San Francisco. Están destinadas principalmente a los alumnos de quinto y sexto de Primaria y a alumnos de ESO que normalmente permanecen un año en estas clases y luego regresan a los colegios a los que están adscritos.
Asimismo, existe un convenio con el Instituto Cervantes, denominado Aula virtual del Español (AVE). Se trata de una plataforma online que permite a los profesores habilitar a los alumnos para que puedan reforzar su conocimiento del español. En paralelo y en virtud de un convenio entre el Ministerio de Educación y las embajadas de varios países árabes y Rumanía, en algunos centros ponen a disposición un aula para que los profesores árabes o rumanos puedan dar clases de cultura de sus países. «Es una iniciativa más para que no pierdan el contacto con su cultura, con las raíces».
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