Pedro Sanz se va, Ceniceros le sucede

Pedro Sanz se va. Acaba una era en la Comunidad Autónoma de La Rioja: tras 20 años, los riojanos verán un presidente del Gobierno que no se llamará Pedro. De hecho, se llamará José Ignacio: Ceniceros será el candidato que el Partido Popular llevará a la sesión de investidura.

Todo parece estar atado entre el PP y Ciudadanos para el relevo, que se oficializará mañana. De hecho, Sanz ha repetido en varias ocasiones en la multitudinaria rueda de prensa celebrada en la sede del PP riojano (convocada de urgencia pasada las 14.00 horas para las 18.30) que no podía anunciar nada más que lo pactado con el partido naranja a la espera de una nueva rueda de prensa conjunta el miércoles en la que, en principio, se anunciarán las líneas gruesas del proyecto político al que con tanto interés se ha referido el todavía presidente en funciones autonómico.

Tres puntos básicos del acuerdo con C's, por el que los cuatro diputados autonómicos de los naranjas se abstendrán en la votación para la elección presidencial, eran los que podía anunciar Sanz: José Ignacio Ceniceros será el candidato del Partido Popular a la presidencia del ejecutivo regional; Ana Lourdes González, alcaldesa de Ribafrecha, será la candidata a la presidencia de la Cámara y Pedro Sanz será candidato a senador autonómico.

"Orgulloso de mi partido y mi gente"

Además, dejaba claro un cuarto aspecto, su permanencia como presidente del Partido Popular en La Rioja. "Pedro Sanz ni se va, ni abandona", ha declarado con contundencia el hombre que ha dirigido los designios de La Rioja durante dos décadas. "Me siento orgulloso de mi gente y continúo al frente un partido que voy a seguir presidiendo durante mucho tiempo", ha desvelado después del Comite Ejecutivo Regional, en el que han participado los miembros del máximo órgano del partido entre congresos, numerosos alcaldes y otros miembros del PP.

Sanz entraba en la sala de prensa de la sede popular con prisa y paso firme para ponerse tras el atril sin papeles y sin americana, como queriendo transmitir la normalidad que no podía existir en un momento clave en el devenir político de La Rioja y en el suyo propio. Con cierta emoción contenida y, según sus palabras, "sereno, sonriente y tranquilo", se presentaba tras un comité en el que se han escuchado sonoras ovaciones y del que muchos de los asistentes salían serios, sorprendidos. De hecho, alguno comentaba encontrarse en "estado de shock" y otro explicaba en uno de los numerosos corrillos que "todavía estaba procesando" lo ocurrido pocos minutos antes. Especialmente representativo fue el emotivo y largo abrazo de Conrado Escobar a un José Luis Sanz compungido y al borde de las lágrimas por el adiós a la Presidencia de su hermano. Decía Pedro Sanz que había sentido "cariño, aliento y ningún reproche" y que "algunos compañeros y amigos" no le entendían, le habían animado a seguir y habían opinado contra su abandono como candidato.

Sin embargo, su decisión estaba tomada desde la misma noche del 24 de mayo y se la hizo saber "hace ya mucho tiempo" a Mariano Rajoy. "Algún día tenía que llegar el dejar de ser presidente de La Rioja".

"La misma noche electoral decidí que no iba a ser el presidente esta legislatura", ha aclarado, y ha desvelado que el pacto con Ciudadanos no tenía como uno de los puntos básicos su marcha. "El acuerdo no incluía mi salida -ha explicado-. Desde el principio quise hablar del proyecto político porque de los nombres ya habría tiempo después. Yo podría continuar siendo presidente de La Rioja durante estos cuatro años, pero yo no soy la persona mejor para gobernar en minoría. No soy perfecto, aunque aspiro a la perfección. Siempre dije que no gobernaría en coalición pero no renunciaría a que alguien de mi partido lo hiciera en esas condiciones. Lo he dicho por activa y por pasiva antes, durante y después de la campaña, pero no me creían".

Agradecimientos a C's

Tras explicar que, tanto en los ayuntamientos como en la comunidad, el PP "ha pretendido respetar a aquellos que han logrado las mayorías y buscar acuerdos con las otras formaciones que buscaran una alianza para un proyecto político", ha tenido palabras de agradecimiento para Ciudadanos, un partido que, aunque no ejercerá de socio ("no es una coalición, pero habrá unos proyectos desde el principio en los que se va a ver quiénes van juntos y quiénes no", ha adelantado), "ha mostrado una postura que ha permitido que gobierne la fuerza más votada". Y aquí ha aprovechado para lanzar su reproche al resto de partidos, a los que ha acusado de "buscar el enfrentamiento e incluso la revancha", aspectos que "no forman parte de los idearios del PP". De esta manera, ha explicado que se han establecido pactos "contra natura" en ayuntamientos que van a generar "mucha inestabilidad".

Acaba, por tanto el tiempo de un Sanz "sereno y tranquilo porque hay un proyecto con cierta estabilidad para gobernar La Rioja". "Algunos me decían que me veían sonriente", ha contado que le comentaban algunos en los últimos días. Y eso lo ha achacado a la satisfacción de alguien que "ha trabajado durante muchos años para La Rioja, más allá de lo personal y lo partidario", y para el que "lo principal es el interés de los riojanos". Además, se ha mostrado "muy contento" porque, a partir de ahora, se iba a trabajar "con una persona distinta pero con el proyecto del PP".

Comienza el tiempo de José Ignacio Ceniceros al frente del Gobierno regional. Sanz ya ha dicho que no será portavoz del grupo popular -"tenemos un excelente portavoz mucho mejor que yo, que es Carlos Cuevas"- y que no se va a entrometer en las decisiones del que ha presidido el Parlamento desde 1999. "La idea de que Pedro Sanz hace y deshace es un error", ha espetado, aunque ha aclarado que en su partido "todos los días" analizan la actualidad y toman "las decisiones oportunas". Por último, como si quisiera resumir en una frase sus 20 años de gestión ha querido asumir como suyos los yerros en este tiempo. "Los errores, de Pedro Sanz; los aciertos, del Partido Popular", ha sentenciado.