«Fui a empadronarme en noviembre... pero en julio seguía sin estar inscrito»

Javier Del Río fue a votar el pasado 25 de mayo al colegio de Viguera. Es uno de los nuevos del municipio y se había empadronado (o eso creía él) el mes de noviembre anterior. Los miembros de la mesa revisaron el censo electoral. No figuraba. Tampoco en la segunda revisión. Ni en la tercera. No estaba empadronado. Cuando fue al Ayuntamiento le confirmaron sus sospechas. «Fui a empadronarme en noviembre y en julio me dijeron que mi nombre estaba en rojo, que había algún problema. El problema es que Viguera no tenía secretario».

Del Río explica que desde su llegada al municipio es uno más... pero no tiene los mismos derechos que el resto de vecinos. «Cuando fue el reparto de leña, no pude acceder a ella ya que no estoy empadronado; tampoco me he podido inscribir en la sociedad de cazadores, ni he podido registrar el vehículo en Viguera», explica al tiempo que lamenta lo que sucede en el municipio. «¿Y si hubiera tenido derecho a alguna subvención por la compra de la vivienda? ¿Qué habría pasado? ¿A quién tendría que reclamara ahora?», se pregunta.

«Es un pueblo maravilloso... pero está tremendamente dividido por cuestiones políticas. Un ayuntamiento no puede estar sin secretaria y esto lo tienen que arreglar. Que suba quien tenga que subir y lo arregle. No es normal que porque el ayuntamiento de Viguera lo gobiernen otros no le den un secretario», dice.

Así, confía en que «se imponga el sentido común» y los ciudadanos dejen de sufrir las consecuencias de las decisiones de unos y otros. «Lo único que necesitamos es una política constructiva, no destructiva».