Sé lo que hicisteis el último verano

Con las notas aún recientes de la Selectividad en la mano, y a las puertas de cumplir la mayoría de edad en muchos de los casos. Las aulas de las autoescuelas riojanas se llenan en verano de jóvenes que aprovechan esta época del año para sacarse el carné de conducir.

Javier, Daniel, Álvaro, Carlos, Pablo y Juan forman parte de un grupo de amigos que han acudido a la autoescuela Trafic con ganas. Todos esperaban las vacaciones para poder apuntarse y obtener el deseado permiso de conducir. Alguno, como Javier, ya tiene los 18 años, pero otros, como Álvaro, aún no han alcanzado la mayoría de edad, pero están estudiando para que, «cuando cumpla los 18, pueda coger ya el coche». Juan coincide: «Cuanto antes me lo saque mejor». Y Daniel confiesa que aprobar el carne sería «mi regalo de cumpleaños de los 18 años».

Muchos de ellos llegan el primer día a la autoescuela sin saber prácticamente nada de conducir. Carlos sólo conocía «lo básico que se puede saber de tráfico como peatón». Por su parte, Daniel apostilla que su escaso conocimiento lo ha adquirido «como pasajero en el coche de mi familia y fijándome en determinadas señales». «Pero -añade-, necesitas dar clases para poder aprender de forma correcta». Sin embargo, Javier reconoce que en el pueblo «alguna vez todos hemos conducido el coche de algún amigo» y Pablo ya había dado alguna vuelta con su padre, «pero lo justo».

El verano es largo. Van a tener tiempo de sobra para poder aprobar el carné. Los que quieren estudiar la carrera fuera de La Rioja tienen un poco más de prisa y no pueden perder oportunidades. Los que estudien en Logroño no van tan apurados. Daniel, por ejemplo, no descarta sacarse el práctico compaginándolo con las clases de la carrera durante el próximo curso. Pero aprobar el test y el examen práctico no significa tener coche propio. El más afortunado podrá soñar con tener uno. Pero la mayoría se alegrará de poder tomar prestado el de los padres o los hermanos. Juan espera que si no le dejan el coche familiar, «por lo menos sea la furgoneta de los abuelos».

Todos están preparando el carné tipo B (automóviles y motos de hasta 125 cc), pero alguno ya piensa en ponerse a estudiar otro. Por ejemplo, Álvaro y Pablo se plantean el tipo C por si deciden presentarse a las pruebas de policía, en el primer caso, y a las de bombero, en el segundo.

Cómo elegir la autoescuela

En la elección de la autoescuela a la que acudir influyen varios factores: ir en grupo, la cercanía a casa o el hecho de que los hermanos mayores también se sacaron el carné allí. Por eso, este grupo de jóvenes entrevistados por Diario LA RIOJA optaron por Trafic. Según explica Álvaro, «podemos ir de la piscina de casa a las clases, y al revés, así no nos quita tiempo para disfrutar del verano». Eso sí, ninguno tiene preocupación en dejar una semana las clases de lado para poder disfrutar en la playa de Salou. A la vuelta las retomarán.

Otra cosa en común de este grupo de amigos es que todos han solicitado la ayuda que les proporciona el Carné Joven, incentivo destinado a chicos de entre 17 y 30 años. Gracias a él pueden ahorrarse hasta un 15% en las clases teóricas y prácticas. Lo que no harán es solicitar un préstamo cuyos intereses bonifica el Gobierno de La Rioja. «El carné lo pagan nuestros padres», dicen.

Junto a ellos comparte aula Jucio Madalin. Quiere el permiso por trabajo: «Ahora estudio el carné de camión y, una vez lo apruebe, sacaré el de trailer. Espero que con varios carnés de conducir pueda emplearme más rápido».

Como ocurre a la hora de conducir, no conviene ir con prisa para sacarse el carné porque todavía quedan muchos días de verano por delante para aprobar los ansiados permisos. Eso sí, Tráfico guardará unos días de vacaciones en agosto.