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Melchor Sáiz-Pardo
Jueves, 24 de marzo 2016, 10:47
Una orden de apenas diez líneas bastó para que el Ministerio del Interior activara en cuestión de horas la más vasta operación de protección de las infraestructuras aeroportuarias del país desde los atentados del 11-M de 2004. A primera hora de ayer, apenas 24 ... horas después de los atentados de Bruselas, se había completado el despliegue de «varios centenares» de agentes -en su mayoría de incógnito, aunque no todos- en los 47 aeropuertos que operan en la actualidad en España, según confirmaron mandos del operativo.
El objetivo principal de estos funcionarios fue patrullar las denominadas ZP, Zonas Públicas, las áreas de los aeropuertos y «los edificios en ellas comprendidos» a las que tiene libre acceso el público en general, sin necesidad de pasar ningún control de seguridad. Sus instrucciones eran claras: buscar actitudes sospechosas entre los viajeros que intentaban acceder a los recintos aeroportuarios o que ya se encontaban en esas zonas.
El grueso de los agentes desplegados para reforzar la seguridad -explicaron estas mismas fuentes- proviene de la Policía Nacional, el cuerpo que tiene asignada habitualmente la seguridad en esas Zonas Públicas. En los aeródromos vascos y catalanes esa función recayó principalmente en la Ertzaintza y los Mossos dEsquadra, aunque también a esos aeropuertos se mandaron retenes de las fuerzas de seguridad del Estado para redoblar la seguridad perimetral.
El refuerzo fue principalmente de agentes de incógnito y adscritos a los servicios de información, ya que la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista, reunida el martes, apuntó a que la presencia disuasoria en las terminales de agentes uniformados y armados era suficiente, después de que en junio del pasado año (cuando se elevó el nivel de alerta de 3 a 4 tras los atentados de Francia, Túnez, Kuwait y Somalia) se redoblaran las patrullas de policías nacionales y autonómicos en los aeropuertos.
Protocolo exhaustivo
Las instrucciones acordadas por los servicios de información e Inteligencia de Interior, Defensa y las policías autonómicas no contemplan, tras la forma de actuar de los terroristas de Bruselas, especiales cambios de seguridad en las otras áreas de los aeropuertos: Zona de Acceso Controlado, ZAC; Zona Restringida de Seguridad, ZRS; y Zona Crítica de Seguridad, ZCS. Estos ámbitos -explicaron fuentes del despliegue- están «suficientemente protegidos», aunque también en las últimas horas se han «introducido mejoras».
Las órdenes para el «inmediato refuerzo de las medidas de protección en el ámbito de la seguridad aeroportuaria», firmadas por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, llegaron a última hora del martes a todos los aeródromos. Las instrucciones, que recordaban que los «graves atentados de Bruselas evidencian la gravedad de la amenaza yihadista contra nuestra seguridad colectiva», recogen la activación del nivel de protección Avsec-2.
Tal y como ya había sucedido el mismo día de los atentados después de sobreponerse al miedo inicial, las principales bolsas europeas continuaron ayer sus sesiones ajenas a lo sucedido en Bruselas. Los mercados volvieron a estar más pendientes de nuevo de la evolución el precio del petróleo, que descendió un dólar por barril el Brent, y cerraron sus operaciones sin una tendencia definida.
En España el Ibex-35 registró una caída del 0,72%, pero curiosamente subieron valores vinculados a aeropuertos, como el caso de Aena (+0,97%); a viajes, Amadeus (+0,33%); o aerolíneas como IAG (+0,29%).
En el resto del continente se dieron resultados mixtos. El índice FTSE-100 de la Bolsa de Londres apenas avanzó un 0,1% y el Dax de Fráncfort subió 0,33%. Por contra, cerraron a la baja el CAC 40 de París, que perdió un 0,18%, y el FTSE Mib de Milán, que retrocedió un 1,26%.
Este nivel es el segundo en una escala de cuatro que establece la «Instrucción de Seguridad Aeroportuaria 18» sobre el «establecimiento de niveles de protección en aeropuertos e instalaciones de navegación aérea» y cuyo contenido, por motivos obvios de seguridad, no se difunde. Se trata, no obstante, de un protocolo muy exhaustivo de «medidas de seguridad extraordinarias que se han de aplicar cuando el nivel de amenaza lo requiera» que debe activar, como así ha sido, el secretario de Estado de Seguridad y que forma parte del Programa Nacional de Seguridad para la Aviación Civil.
El refuerzo de la seguridad aeroportuaria fue la principal conclusión de la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista que acordó elevar de Avsec-1 a Avsec-2 la seguridad en los aeropuertos, pero mantener inalterado en 4 «riesgo alto» (sobre una escala de 5) el nivel de alerta antiterrorista.
La elevación al nivel 5 fue descartada por los expertos, ya que no constan datos fehacientes de que los yihadistas preparen un «atentado inminente» en España. Ese estadio 5, «riesgo muy alto», habría supuesto la implementación de medidas de «carácter excepcional», incluida la posible movilización de las Fuerzas Armadas en labores de protección ciudadana.
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