La Policía británica identifica al terrorista de Mánchester como Salman Abedi

"Puedo confirmar que el hombre sospechoso de perpetrar la atrocidad de anoche es Salman Abedi, de 22 años", ha informado ante los medios el comisario de la Policía de la ciudad, Ian Hopkins. Luego, él mismo ha subrayado que "la prioridad" de las autoridades policiales es aclarar "si actuó solo o trabajo dentro de una red más amplia".

Abadi nació en la propia ciudad de Mánchester en 1994 y era el tercer hijo de una familia de refugiados libios que llegó a Reino Unido huyendo del régimen de Muamar Gadafi, según el periódico Daily Telegraph. Inicialmente, se instalaron en Londres, pero se mudaron a Mánchester y desde hace diez años vivían en la zona de Fallowfield, adonde la Policía ha acudido este martes.

Si bien de momento no ha trascendido más información, la Policía local sí ha confirmado la detención de un hombre de 23 años en relación con el atentado y la de otro varón en el centro comercial Arndale de Mánchester, aunque éste de momento sin nexos confirmados con el ataque de la pasad noche.

Por su parte la primera ministra británica, Theresa May, ya había confirmado que las fuerzas del orden creían conocer la identidad del terrorista suicida, lo cual se ha revelado más tarde. "Sabemos que un solo terrorista hizo estallar un artefacto casero cerca de una de las salidas del recinto, eligiendo deliberadamente el momento y el lugar para causar la mayor matanza", ha declarado.

El Daesh reivindica un ataque contra «una reunión de cruzados»

Horas después del atentado, el grupo terrorista Daesh había reinvicado su autoría asegurando que "un soldado del califato" logró colocar "varios artefactos" en medio de "una reunión de cruzados" en la ciudad británica, "en venganza por la religión de Alá, en un intento por aterrorizar a los 'mushrikin' (incrédulos) y en respuesta a sus transgresiones contra las tierras de los musulmanes", según el mensaje en Amaq y difundido por el grupo de Inteligencia SITE.

En el comunicado, publicado también con una versión en inglés, el Daesh afirma que el ataque dejó "30 cruzados muertos y 70 heridos", un número superior al balance oficial de víctimas, y anuncian que habrá más ataques contra "los seguidores de la cruz y sus aliados".

El Daesh ya había amenazado en numerosas ocasiones con atentar en Reino Unido y el pasado 22 de marzo reivindicó también la autoría del ataque que dejó cinco muertos en las inmediaciones del Parlamento de Westminster, en Londres.

El ataque más grave desde 2005

Es el atentado más grave por el número de víctimas en el Reino Unido desde el perpetrado por cuatro islamistas en el transporte público de Londres, el 7 de julio de 2005.

Los servicios de emergencia recibieron a las 22.35 horas de ayer llamadas telefónicas en las que se les informaba de la explosión de una bomba en la sala de conciertos. Como se sospechó desde el momento inicial, se trataba del ataque de un terrorista suicida. "Creemos que el ataque de la noche pasada fue llevado a cabo por un hombre", dijo Hopkins, quien confirmó que el atacante había muerto en el recinto donde hizo explosionar el artefacto. "Ceemos que llevaba un sistema de detonación de explosivos improvisado con el que causó esta atrocidad", añadió Hopkins.

Pánico en el estadio

"Estábamos saliendo cuando justo en la entrada hubo una explosión enorme y todo el mundo gritaba", relataba Catherine Macfarlane, una de los numerosas jóvenes asistentes al concierto en el Manchester Arena. "Hubo una explosión enorme, la podías sentir en el pecho. Fue caótico. Todo el mundo corría y gritaba simplemente para salir de la zona", señaló en declaraciones a la agencia de noticias Reuters.

Los heridos padecen lesiones causadas por metralla y por el aplastamiento en los momentos posteriores a la explosión. Es posible que entre las víctimas haya niños y adolescentes, porque Ariana Grande, tiene muchos seguidores en esas franjas de edad. Testigos presenciales hablan de una reacción colectiva de solidaridad tras la tragedia, con conductores y taxistas transportando gratuitamente a sus casas a los asistentes al concierto y otros ofreciendo hospedaje en sus domicilios.

«Ariana Grande acababa de marcharse detrás del telón y las luces se encendieron cuando hubo esa gran explosión y una gran nube de humo. Vi cinco personas con sangre en el suelo», dijo un testigo a The Guardian. Otros presentes citaron entre 20 y 30 muertos entre los asistentes.

Un portavoz de la artista confirmó que la cantante se encuentra bien: «Ariana está bien. Estamos investigando qué ha ocurrido». Ella se dirigió al mundo a través de su cuenta de Twitter horas después. «Destrozada. Desde lo más profundo de mi corazón, lo siento tanto. No tengo palabras», escribió.

«Estaba en el baño cuando pude escuchar un sonido sordo justo después de que el concierto finalizara y la gente empezara a marcharse», describió Oliver Jones, de 17 años, a The Guardian, quien aseguró haber visto a gente herida y ensangrentada por los suelos.

«Un incidente grave»

En un comunicado, la Policía precisó que recibió el aviso de una explosión en el recinto con capacidad para 21.000 personas sobre las 22:35 hora local (23:35 en España) y que se recibieron más de 240 llamadas. «Los servicios de emergencia están respondiendo a un incidente grave en el Manchester Arena. Eviten la zona. Más detalles cuando estén disponibles», informó en un primer momento la Policía del Gran Mánchester en su cuenta oficial de Twitter sobre el ataque en el recinto multiusoscerrado más grande de Europa. Mäs de 400 agentes trabajaron durante la noche tras conocerse el ataque.

La Policía encargada de la seguridad en los transportes informó de que la explosión se produjo «en el vestíbulo del estadio» al que acudieron una gran cantidad de jóvenes, los habituales seguidores de la cantante estadounidense. La sala de espectáculo indicó que «el incidente se produjo fuera del recinto, en una zona pública».

Tras la evacuación, hasta el lugar se desplazó un equipo de artificieros y se desplegaron varias unidades caninas para descartar más explosivos. La Red de Ferrocarriles británica anunció a través de Twitter que la estación de tren de Manchester Victoria -la más cercana al lugar- fue evacuada y cerrada. También la catedral fue rodeada por agentes de Policía y varios helicópteros sobrevolaron las zonas señaladas. Por precaución se detonó un paquete en los jardines del recinto religioso, pero después se confirmó que se trataba de una bolsa de ropa sucia abandonada.

La campaña de los partidos pidiendo el voto para las elecciones que se celebran el 8 de junio se ha suspendido. La líder independentista escocesa, Nicola Sturgeon, que iba a presentar hoy el programa electoral de su partido, también ha cancelado el acto. La primera ministra, Theresa May, se ha reunido con el comité Cobra, que agrupa a responsables políticos con los de las fuerzas de seguridad. La consecuencia del atentado en otros lugares de Inglaterra es la presencia de policías en estaciones de trenes y metro. La bandera británica ondea a media asta en el número 10 de Downing Street, residencia oficial de la primera ministra.

El alcalde ejecutivo de Manchester, sir Richard Leese, ha afirmado: «Es difícil imaginar una noche peor en la historia de la ciudad. Pero Mánchester no se rendirá, seguirá creciendo y floreciendo. No podemos permitir que actos como este nos venzan y tenemos que demostrarlo siguiendo con nuestras vidas. Este es un momento en el que debemos ser tan fuertes como podamos». Añadió que el hecho «es aún más horrible» por haber muchos niños entre la audiencia.