Secciones
Servicios
Destacamos
JUAN CARLOS BARRENA
Sábado, 25 de marzo 2017, 01:07
Alemania dejará de ser el país con la mayor red de autopistas gratuitas de Europa. Aunque la sacrosanta libertad de velocidad, salvo en tramos peligrosos, continuará siendo un privilegio único en el mundo de los conductores que circulan por las autopistas germanas, el Bundestag, la Cámara federal del Parlamento, aprobó ayer la polémica introducción de un peaje en forma de pegatina para disfrutar de esa red. Tras años de debate y varias modificaciones, los partidos de la gran coalición (la cristianodemócrata CDU y el socialdemócrata SPD) aprobaron con su abrumadora mayoría el proyecto de ley impulsado por los socialcristianos (CSU) de Baviera.
La CDU y el SPD respaldaron a regañadientes la iniciativa, incluida en el acuerdo de coalición suscrito por las tres formaciones al comienzo de la legislatura. Hubo pese a todo, y además de la resistencia de La Izquierda y Los Verdes, votos en contra de varias decenas de diputados de la mayoría gobernante, contrarios a un proyecto que debería ponerse en marcha en 2019.
Reservas europeas
La introducción del peaje debía haberse producido hace ya dos años, pero la Comisión Europea abrió entonces un procedimiento contra Alemania por la presunta violación de la legislación de la Unión Europea, que obligó al ministro de Transportes, Alexander Dobrindt (CSU), a mejorar las condiciones del pago para los conductores extranjeros.
El peaje en forma de pegatina para un año, diez días o dos meses, será pagado por todos los propietarios de los vehículos que circulen por autopistas alemanas. Su precio dependerá también del tamaño del vehículo y de su nivel contaminante; siendo más caros los diésel que los de gasolina o eléctricos. La media de la tasa anual será de 67 euros y el máximo de 130 euros. Pero los nacionales serán compensados con una reducción del impuesto de circulación tan elevada como la tasa de peaje. Ese es el motivo de que varios países vecinos de Alemania, como Austria y Holanda, hayan anunciado que denunciarán por discriminación el futuro peaje germano ante los tribunales europeos.
La nueva ley debe ser debatida aún por el Bundesrat, la Cámara Alta o de los 'länder'. Aunque no es necesario que esta la apruebe, es probable que retrase su entrada en vigor si decide convocar la comisión mediadora entre las dos cámaras. Varios estados federados exigen excepciones para los residentes en regiones marginales alemanas, algo que el Gobierno federal rechaza.
El debate previo a la votación en el Parlamento dejó claro que la iniciativa bávara no gusta a todos. El vicepresidente del grupo socialdemócrata, Sören Bartolt, reconoció que su partido respalda la iniciativa de la CSU aunque considera que el proyecto carece de sentido. La oposición ecologista y de La Izquierda acusaron por ese motivo de «cobardía» al SPD. El líder de Los Verdes, Anton Hofreiter, calificó el peaje de «proyecto totalmente absurdo», antieuropeo y perjudicial para las regiones fronterizas, a la vez que puso en duda su rentabilidad. Muchos críticos consideran que los costes del peaje podrían superar a los ingresos.
Dobrindt defendió su iniciativa asegurando que es «justa, equitativa y con sentido», y puso el ejemplo de otros países europeos que cobran peajes por el uso de sus autopistas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Fin a una vida tras la barra del Círculo de Nájera
Eduardo García Martínez
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.