Los yihadistas celebran el ramadán con ataques en Túnez, Francia, Kuwait y Somalia

Aunque los atentados no parecían coordinados, el grupo Estado Islámico reivindicó los atentados de Túnez y Kuwait, en vísperas del primer aniversario de la declaración de su califato en Irak y Siria.

Treinta y ocho personas -la mayoría turistas británicos, alemanes, belgas y un irlandés- perdieron la vida en un hotel del balneario del Puerto El Kantaui, de la cadena española RIU, a causa de los disparos de un tunecino que llegó a la playa con el arma escondida en su sombrilla. Se trata del segundo atentado contra turistas, un sector clave en la economía de Túnez, en lo que va de año y el peor en la historia reciente del país.

El EI aseguró que el terrorista, al que identificaron como Abu Yahya al-Qayrawani, era un "soldado del califato" cuyo objetivo eran los enemigos del grupo y los "antros (...) de fornicación, vicio y apostasía en la ciudad de Susa".

Los yihadistas también reivindicaron el atentado suicida en una mezquita chiita en Kuwait en el que murieron 27 personas y resultaron heridas más de 200. Es el primer ataque en el Estado petrolero del Golfo en cerca de una década.

En Francia, se encontraron banderas islamistas en el lugar donde fue hallada la cabeza decapitada -marca islamista- del responsable de una empresa de transportes de los alrededores de Lyon (este) en la que trabajaba el principal sospecho del crimen, Yassin Salhi, detenido por la policía. Salhi habría intentado hacer saltar por los aires la planta que almacenaba bombonas de gas.

Según el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, el atacante habría tenido relación con radicales suníes. El presidente francés, François Hollande, también informó de que se habían encontrado inscripciones en el cuerpo de la víctima aunque no ofreció más detalles. "Sin duda, la intención fue causar una explosión. Fue un ataque terrorista", dijo Hollande.

No hay evidencia de que Salhi, un padre de tres hijos, tenga vínculos con el EI, aunque las decapitaciones se han convertido en la marca del yihadismo radical.

Ramadán y guerra santa

Estas nuevas matanzas tuvieron lugar el segundo viernes del ramadán, el mes del ayuno musulmán. El martes, el portavoz del EI Abu Mohammed al-Adnani había instado a los musulmanes a sumarse a la guerra santa y a convertirse en mártires durante el ramadán.

"La yihad (guerra santa) es el acto que más te acerca a Dios, por lo que date prisa y asegúrate de hacer la guerra en este mes sagrado y expónte al martirio con ella", dijo Adnani en un mensaje colgado en la web. "Esta es tu arma y esto es ramadán".

El viernes también se produjo una matanza en un campo militar de la Unión Africana en Somalia por los militantes de Al Shabab, un grupo afiliado a Al Qaida que suele recrudecer sus atentados durante el ramadán. Según testigos, más de 50 personas perdieron la vida en la localidad de Lego, a 100 kilómetros al noroeste de la capital Mogadishu, y algunos fueron decapitados, antes de que los Shebab plantaran la bandera islámica negra en la base.

Reacciones

Francia y España han aumentado el nivel de alerta por terrorismo y el Reino Unido ha intensificado la seguridad en concentraciones públicas.

Los mensajes de condena se han sucedido en todo el mundo tras estos atentados que la Casa Blanca describió de "odiosos". "Nuestros corazones están con las víctimas de estos atentados terroristas deleznables", dijo el primer ministro británico, David Cameron, para quien son fruto de una "ideología perversa".

La canciller alemana Angela Merkel aseguró que los atentados "muestran los desafíos que enfrentamos en la lucha contra el terrorismo y el extremismo islamista".

El grupo Estado Islámico celebra el 29 de junio su primer aniversario del autoproclamado "califato" a caballo entre Siria e Irak. Los yihadistas aplican en los territorios una forma extrema de la ley islámica y son conocidos por sus brutales castigos cuando se infringen las normas y por los asesinatos al que discrepa.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos acusó al EI de matar a 164 civiles en una ofensiva en la ciudad kurda de Kobane.

El viernes, guerrilleros del EI atacaron la ciudad siria de la que fueron expulsados en enero por la milicia kurda con ayuda de los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos tras cuatro meses de duros combates.