Secciones
Servicios
Destacamos
EFE
Jueves, 9 de abril 2015, 00:24
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llega esta semana a su tercera Cumbre de las Américas con un legado "claro" al que busca sumar nuevos logros, reforzado además ante el continente por su decisión de cambiar la política hacia Cuba pero, a la vez, ... cuestionado por sus medidas sobre Venezuela.
Obama quiere dejar atrás el "divisionismo" y seguir apostando por "nuevas formas de compromiso con nuestros socios sobre la base del interés y respeto mutuo, y lograr progresos concretos", explicó en una conferencia telefónica con los periodistas el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Dentro del "claro legado" que está construyendo Obama hacia la región, Rhodes citó como ejemplos la apertura hacia Cuba, la designación de un enviado especial para apoyar el proceso de paz en Colombia, el compromiso de dar 1.000 millones de dólares a Centroamérica para mejorar la seguridad y su política energética.
La cumbre, que tendrá lugar este viernes y sábado en Panamá, "es un momento crucial en nuestros esfuerzos para demostrar cómo estamos avanzando en todas estas áreas", destacó Rhodes.
Las relaciones con Cuba
Pero más allá de la agenda "muy pragmática" con la que Obama acude a Panamá, en palabras de su principal asesor para Latinoamérica, Ricardo Zúñiga, todas las miradas van a estar puestas en su esperada primera "interacción" cara a cara con el mandatario cubano, Raúl Castro, y en las tensiones con Venezuela.
Tras su "audaz" decisión sobre Cuba, Obama llega a esta cita continental "en el lado correcto de la historia", sostuvo esta semana en un encuentro con los periodistas en Washington Thomas "Mack" McLarty, quien fuera jefe de gabinete en la Presidencia de Bill Clinton y arquitecto de la I Cumbre de las Américas, celebrada hace dos décadas.
La Casa Blanca ha dejado entrever que la decisión sobre si Cuba continúa o no entre los países a los que Estados Unidos considera patrocinadores del terrorismo es inminente y todo apunta a que la recomendación que el Departamento de Estado debe hacer a Obama será favorable a la salida de la isla de esa lista.
Eso dará un impulso a las negociaciones para la normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales, aunque Estados Unidos no anticipa un anuncio en breve sobre la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana, salvo sorpresas de última hora.
Jorge Domínguez, profesor de la Universidad de Harvard y experto en Cuba, no considera ninguna "catástrofe" que no esté todo listo para la reapertura de las embajadas y, por el contrario, se declaró "impresionado" por la "disciplina y confianza" con que se llevan a cabo las negociaciones, "sin filtraciones" a la prensa.
Sanciones al Gobierno de Maduro
Además, el presidente cubano, Raúl Castro, puede jugar en esta cumbre un "rol positivo" para tratar de rebajar las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, según dijo Domínguez en una charla con los periodistas.
Washington parece estar tratando también de suavizar esas tensiones de cara a la cumbre con declaraciones como la de Rhodes, quien ha aclarado que Estados Unidos no considera a Venezuela una "amenaza" para su seguridad, pese a que así lo establece una orden ejecutiva emitida por Obama en marzo con sanciones a funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro.
Además de participar en las sesiones plenarias de la cumbre, Obama asistirá a otros foros y reuniones durante sus dos días de estancia en Panamá, y tendrá un encuentro bilateral formal con el presidente anfitrión, Juan Carlos Varela.
Obama hablará el viernes en el encuentro de empresarios organizado por el Ejecutivo panameño y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde coincidirá con los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto; Panamá, Juan Carlos Varela, y Brasil, Dilma Rousseff, entre otros. Ese mismo día participará en el Foro de la Sociedad Civil, que promete reunir a disidentes cubanos y opositores venezolanos, entre otros, junto con los mandatarios de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
Asimismo, antes de la inauguración de la cumbre, Obama tendrá una reunión multilateral con los presidentes del Sistema para la Integración Centroamericana (SICA) y acudirá a un foro para promover una iniciativa de EE UU que busca aumentar los intercambios educativos entre los países americanos.
Antes de viajar a Panamá, Obama realizará una visita a Jamaica, adonde llegará esta noche para abrir su agenda oficial mañana, jueves, con un encuentro bilateral con la primera ministra Portia Simpson Miller.
A continuación, Obama se reunirá con líderes de los países de la Comunidad del Caribe (Caricom), como ya hizo en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago en 2009, y participará después en un foro abierto a preguntas con jóvenes de la región. Según Zúñiga, Estados Unidos quiere un futuro energético para el Caricom "más diverso, limpio y sostenible", por lo que quiere cooperar y ayudar en este ámbito a la región, muy dependiente de la iniciativa venezolana de petróleo subsidiado conocida como Petrocaribe.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.