«Era la primera vez que salían de casa»

«Era gente sencilla. Les gustaba ir a pescar y a la montaña». Los residentes de la calle Conca, en el barrio barcelonés de Camp de l'Arpa, no daban crédito y mostraban su pesadumbre tras conocer que el atentado terrorista del Museo del Bardo le costó la vida a dos de sus vecinos.

El matrimonio formado por Antoni Cirera Pérez, de 75 años, y Dolors Sánchez Rami, de 73, había contratado los pasajes del 'MSC Splendida' «para celebrar sus bodas de oro». El viaje, un crucero turístico que recorría el Mediterráneo (Marsella, Génova, Roma, Palermo y Túnez), era precisamente un regalo de sus dos hijos. Uno de ellos, Agustí, se desplazó ayer a la capital magrebí para hacerse cargo de los restos de sus padres. Su hermana, María Gràcia, «muy afectada», declinó hacer declaraciones a la prensa.

El titular de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, confirmó que el Ejecutivo estaba trabajando con la previsión de poder repatriar hoy los cuerpos, siempre y cuando se completasen los trámites correspondientes. Dos miembros del equipo psicosocial de la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo también partieron hacia Túnez «para dar apoyo, acompañar y atender» a las familias. El ministro García-Margallo comentó que «era la primera vez» que el matrimonio jubilado «salía de casa».

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, declaró dos días de luto oficial en la ciudad condal «como testimonio del dolor del Ayuntamiento». Desde la pasada medianoche, las banderas ondean a media asta en todas las dependencias municipales. «La violencia no es admisible nunca. Se puede admitir la discusión, pero nunca desde el fanatismo, que se ha de condenar siempre, como ya lo hicimos yendo a París», manifestó el alcalde de Barcelona en alusión al ataque contra el semanario Charlie Hebdo.