El Kremlin guarda silencio ante el desafío rebelde

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se pronunció en relación con la negativa de Kiev a detener la operación militar contra los bastiones rebeldes. En una conversación telefónica con su homólogo francés, Laurent Fabius, Lavrov calificó de «sinsentido» la celebración de las elecciones presidenciales convocadas en Ucrania para el 25 de mayo mientras no se haya comenzado un «diálogo» a nivel nacional para una reforma constitucional que otorgue mayor autonomía a las regiones y se mantenga la ofensiva en el este del país. Los mismos temas se tocaron también en otra llamada telefónica que le hizo a Lavrov el jefe de la Diplomacia germana, Frank-Walter Steinmeier.

Tras mantener el miércoles una reunión en Moscú con el presidente de turno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el suizo Didier Burkhalter, Putin propuso posponer la consulta separatista a cambio del comienzo de conversaciones entre Kiev y «representantes del sureste de Ucrania». Exigió también que las autoridades ucranianas dejen de emplear el Ejército contra las milicias prorrusas. Igualmente, el jefe del Kremlin calificó de «paso adelante» los comicios ucranianos del próximo día 25, pero matizó que «no resolverán nada si todos los ciudadanos de Ucrania no entienden cómo se garantizarán sus derechos después de la celebración de esas elecciones».Pero en Kiev, el presidente en funciones de Ucrania, Alexánder Turchínov, rechazó ayer cualquier tipo de diálogo con gente armada.