Sánchez: «Vamos a trabajar por un Ejecutivo de cambio progresista»

El líder de los socialistas, que se enfrenta a un difícil equilibrio interno tras los malos resultados obtenidos en los comicios del pasado domingo, ha vuelto a justificar su negativa a facilitar un gobierno popular en que lo que han querido los ciudadanos con sus votos es un cambio a la izquierda. En todo caso, ha asegurado que si Rajoy lograra mantenerse en El Ejecutivo, podrá contar con él en "asuntos de Estado" que tengan que ver con la "integridad territorial" y la "lucha antiyihadista".

El caso es que sin su concurso es prácticamente imposible que los populares gobiernen y Sánchez ha avisado de que no quiere nuevas elecciones y que trabajará "por un gobierno que garantice la estabilidad durante los próximos años". Aunque ha mandado un mensaje claro a Podemos. "Esta nueva etapa no puede estar presidida por líneas rojas", ha dicho.

De momento, el secretario general del PSOE trata de ganar tiempo y para frenar presiones de Pablo Iglesias, que ya le ha acusado de no tener las manos libres para negociar, ha reiterado que, antes de nada, es a la primera fuerza política a la que le corresponde intentar formar Gobierno. "Respetemos la democracia; no hay atajos. Será la única manera de respetarnos a todos nosotros", ha remarcado. ¿Luego? Su posición: "Tenemos que ser conscientes de que es necesario poner en marcha reformas estructurales. Frente a las líneas rojas, nosotros vamos a tender puentes".

Así, además de dejar claro una vez más que no aceptará que se "trocee la soberanía nacional" (con un referéndum sobre la independencia de Cataluña como el que defiende Podemos) ha argumentado que su objetivo es "recuperar una economía justa, un nuevo sistema fiscal, un nuevo estatuto de los trabajadores que recupere derechos perdidos, una transición energética, un pacto educativo, por la cultura y por la ciencia y un acuerdo social e institucional contra la violencia de género".

A todo lo anterior ha añadido también su propuesta de reforma constitucional para resolver el "conflicto y la convivencia entre catalanes". Y sobre la propuesta de Ciudadanos de un acuerdo por la unidad de España ha replicado que no hace falta ningún pacto porque la unidad de España la garantiza la Constitución y que su partido no quiere políticas de frentes sino "diálogo".

El encuentro con Rajoy, por tanto, ha dado poco de sí. El presidente del PP no ha tenido siquiera "oportunidad", según ha admitido el propio Sánchez, de plantearle ninguna concesión porque su 'no' previo no ha dejado margen alguno. El socialista sí le ha dicho, en cambio, que el nuevo Congreso debe reflejar la pluralidad de las urnas y que aspira a que el próximo presidente de la cámara sea socialista, algo a lo que, según fuentes del partido, Rajoy estaría dispuesto.