En las próximas elecciones generales la centralidad del tablero político español pasa más por La Rioja que por Madrid. Decir esto puede resultar sorprendente, pero la peculiar forma de nuestro sistema electoral ha querido que el resultado de las provincias más pequeñas vaya a ser ... decisivo para saber qué mayorías hay en el Congreso. Es importante recordar de nuevo que el 20D no votamos por un presidente del gobierno, sino por diputados que forman la mayoría que lo inviste y apoya. Habrá que decirlo mucho visto que las mayorías absolutas llegan a su fin y podrá gobernar quien tenga más capacidad de sumar. No hay motivo de preocupación; así es en la mayoría de países de Europa y nadie puede negar la vitalidad de sus democracias.
Dicho esto, y como es conocido, en La Rioja se escogen cuatro diputados al Congreso, lo que hace que nuestra comunidad caiga dentro del tercio de provincias españolas que eligen menos de cinco escaños. Cuando existe un tamaño de circunscripción tan bajo, el sistema electoral genera efectos bastante mayoritarios, a diferencia de las provincias medianas, entre 5 y 9 (como Zaragoza), y las más o menos proporcionales, que eligen más de nueve diputados (como Madrid). Esto había hecho hasta la fecha que La Rioja fuera un tradicional feudo del bipartidismo. Si la distancia entre PP y PSOE era menor a 18 puntos, cada partido obtenía dos diputados. Cuando el PP ha llegado a la mayoría absoluta, como en la actual legislatura, alargaba hasta los tres.
Eso podría cambiar estas elecciones. El umbral efectivo, es decir, los votos que necesita un partido para conseguir escaño, estará en torno al 16%. Todo un reto para los nuevos partidos y, según los datos que manejamos, un reto que podría estar a su alcance. Según la encuesta preelectoral del CIS, Ciudadanos conseguiría superar esta marca en La Rioja, arrebatando un escaño a los populares. De nuevo según este sondeo, Ciudadanos en voto más simpatía estaría en el 17.86%, es decir, justo en la banda de peligro. Si se mantiene el escaño es suyo. Un pequeño paso atrás en intención de voto y sería el PSOE el que arrebataría el escaño crucial en liza con el PP volviendo al tradicional empate. Mientras, Podemos se mueve hoy en un voto con simpatía (de nuevo según el CIS) del 7.14%, luego necesitaría duplicar sus apoyos y acercarse más a su marca de las elecciones autonómicas para obtener representación.
Esto genera un escenario tan interesante como incierto. Si Ciudadanos no lograse entrar en La Rioja la caída del Partido Popular sería ganancia neta del PSOE. Si lo hiciera, el crecimiento de los socialistas queda cortocircuitado, algo que sumado a lo que pierde en favor de otros partidos en distritos más poblados le coloca en una situación delicada. Podemos sigue lejos, pero si hiciera una buena campaña podría llegar a hacer que en La Rioja hubiera un diputado de cada partido. Algo, por cierto, que en la vecina Álava conocen muy bien. Por lo tanto, muy pocos votos pueden ser decisivos en el resultado en nuestra comunidad, especialmente entre PP, PSOE y C's. Natural que las encuestas señalen que la participación electoral va a ser importantísima. Lo que nadie se esperaba es que las futuras mayorías parlamentarias fueran a depender de una manera tan importante de provincias como La Rioja.
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