Rajoy, a Sánchez: «Es ruin y mezquino»

El candidato del PP ha acusado al líder socialista y aspirante a La Moncloa de pintar una España "tenebrosa" para ocultar la herencia que dejó el Gobierno socialista. "Cuando llegué al Gobierno 1.500 españoles perdían al día su trabajo y ahora 1.400 españoles encuentran empleo". Por eso, ha advertido de que "no podemos volver a las políticas económicas del PSOE".

Rajoy ha comenzado su intervención dejando claro que el PP va a seguir dando la batalla contra el paro y se ha mostrado "seguro" de que en la próxima legislatura su política económica conseguirá crear otros dos millones de empleos para "dar seguridad a las personas, garantizar un buen sistema de pensiones y unos buenos servicios públicos". "El empleo da esperanza a los jóvenes y sus familia, da seguridad a todos y tranquilidad a los españoles", ha reiterado.

Chispas por la corrupción

Ambos candidatos han discutido ligeramente sobre empleo, pensiones, educación e incluso violencia machista. Pero el debate saltaba por los aires después del descanso, cuando se introducía por segunda vez la corrupción. "El presidente del Gobierno tiene que ser una persona decente. Y usted no lo es", le ha espetado el socialista al líder del PP tras enumerarle los casos de corrupción que han salpicado a su partido y abroncarle por no dimitir tras los SMS que mandó a Luis Bárcenas. Una descalificación que encendía a Rajoy. "Hasta aquí hemos llegado. Soy honrado. Como mínimo, tan honrado como usted. Jamás me ha acusado nadie de apropiarme nada. Mis declaraciones son públicas desde hace años. No me dedico a la política por dinero", le ha reprochado.

El candidato del PP ha aconsejado a Sánchez que, "como va a perder las elecciones", no olvide que quizás pueda recuperarse de eso, pero nunca se va a recuperar de su afirmación "ruin, mezquina y miserable" que ha hecho hoy respecto a su honestidad y decencia. Rajoy recordó que nadie le ha llevado jamás a los tribunales y que su equipo ha aprobado el paquete más completo de medidas anticorrupción que ha existido hasta el momento. Pero ha evitado entrar en el fondo del escándalo Gürtel o en la gestión que él mismo hizo del caso. "Ha sido para mí un tema muy duro (...) Yo soy un hombre honrado y limpio", ha zanjado.

Cataluña, de puntillas

El pulso soberanista ha aparecido sobre la mesa en pleno rifirrafe por la corrupción. Todavía enzarzados en su pelea personal, los candidatos han parecido ignorar el tema. Cuando por fin lo han abordado, Rajoy se ha limitado a reprochar a su contrincante que no ofrezca soluciones para el desafío ni concrete su propuesta de reforma de la Constitución y se limite a emitir "eslóganes" electorales. "Lo que no estoy dispuesto es a aprobar un referendum en el que se rompa la soberanía nacional", ha asegurado el popular, que ha criticado y tildado de "frivolidad" la sugerencia del PSOE de trasladar el Senado a Barcelona.

En su último minuto Rajoy ha insistido en sus cuatro grandes objetivos para la próxima legislatura: la creación de empleo, el mantenimiento de las pensiones, la lucha contra el terrorismo y la defensa de la unidad nacional. Para conseguirlo, el jefe del Ejecutivo cree que es necesario mantener la estabilidad, la seguridad y la certidumbre que sólo puede garantizar una mayoría estable del PP en el Congreso porque, ha alertado, no puede haber un Parlamento "que haga imposible la gobernabilidad del país".