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colpisa
Lunes, 7 de diciembre 2015, 22:03
A estas alturas de campaña, con exhibición mediática incluida de quienes tienen algo que decir ante el 20-D, ya nadie duda que Pedro Sánchez no se va a desprender en las grandes citas de su camisa blanca. Seguro que el líder de los socialistas ... ya tiene más de tres, y en su ropero, sin necesidad de pedírselas prestadas a su hermano. Este lunes se enfundó una, y se anudó una corbata roja, para su cita televisiva. A estas alturas de campaña, y por cómo se desenvuelven y expresan, poco se pagaría en las apuestas por los atuendos que Albert Rivera y Pablo Iglesias elegieron para vestir su discurso en el debate de Antena 3 y La Sexta. Impecable el cabeza visible de Ciudadanos, con corbata burdeos, y con su particular estilo quien está empeñado en llevar a Podemos a la Moncloa, con vaqueros y camisa arremangada.
Y claro, como ocurre casi siempre, el no color de los candidatos (hombres) provoca (o propicia) que las miradas se vuelvan en cómo viste la invitada (que no candidata) a la cita de los aspirantes a presidente de Gobierno. Soraya Sáenz de Santamaría optó por un pantalón pegado, azul marino; chaqueta de terciopelo azul noche y zapato de tacón de aguja negro. Estridencias cero, con la intención de que la imagen no eclipse el verbo, y más en un escenario que no era el suyo, dado que su cometido era poner voz e imagen a los pensamientos de Mariano Rajoy. Por eso quizás sorprendió el atuendo elegido por Ana Pastor. La presentadora, junto a Vicente Vallés, del debate se abanó el recientemente nombrado por Pantone color para 2016: el rosa cuarzo, con un vestido sin mangas más propio de una cena que de un debate político.
Atresmedia supo animar la espera, con tertulianos que auguraban todo y más y vídeos de las llegadas de los contrincantes al que se encargaron de bautizar, y les funcionó, porque no tardó en convertirse en trending topics, #7DElDebateDecisivo. El posado ante los gráficos anunciaba que el espectáculo estaba a punto de comenzar. Pedro Sánchez se hizo de rogar. Y bastante. Un minuto, dos, tres Ya no sabían ni cómo colocarse el resto de invitados y los presentadores. A Rivera se le veía inquieto, como no sabiendo qué hacer con los brazos; a Iglesias, muy sonriente, mucho; a Soraya, tranquila. Llegó Sánchez posaron y A ocupar sus escaños, o su columna, en el plató que ideó Atresmedia para un formato hasta hoy inédito en nuestro país.
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