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José María Camarero
Lunes, 4 de enero 2016, 09:21
Lo peor que le podía ocurrir al mercado bursátil español, pendiente de la incertidumbre electoral, es que se repitiera una crisis de calado como la que China protagonizó el verano pasado, cuando todos los inversores temían que la ralentización del país contagiara a la recuperación ... económica mundial.
Pero la compraventa de acciones no entiende de calendario y el desplome de los índices asiáticos ha llegado en la primera sesión hábil del año, contagiando al resto de plazas internacionales. Todas las Bolsas han recibido 2016 con fuertes pérdidas que, en el caso del Ibex-35, han supuesto una caída del 2,4%. El índice selectivo más importante no sólo se sitúa en los 9.313 puntos, uno de los niveles más bajos de los últimos 12 meses. Además, ha abierto las puertas al nuevo ejercicio bursátil con sus peores registros en una apertura de año desde 1997.
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El retroceso del Ibex-35 no ha sido el peor entre los europeos. Mucho más han perdido otros indicadores, como el Dax alemán (-4,2%), el Mib italiano (-3,2%) o el Cac francés (-2,4%). Las caídas han sido mayores cuanta más dependencia tienen las empresas en cada uno de esos países de las exportaciones a China. Porque el gigante asiático ha vuelto a resfriarse y lo ha hecho de forma contundente. El dato del Índice Manufacturero de diciembre, peor de lo esperado y con síntomas de contracción al encontrarse en los 48 puntos, servía de excusa a los inversores para vender en masa acciones de las Bolsas chinas, también en su primera jornada hábil del año. El índice de Shenzhen, donde cotizan numerosas empresas de tecnología, se llegó a dejar un 8,1%. El de Shangai, un 6,8%. Y precisamente ayer, para evitar bruscos recortes en la cotización que penalizen a los millones de ahorradores chinos inmersos en la vorágine del mercado de valores, entraba en vigor la normativa que permitía cerrar las Bolsas si éstas cedían más de un 7%. Así lo hicieron, y así se decidió por parte del regulador.
El problema de la economía china supone un regreso al pasado mes de agosto, cuando sus mercados bursátiles registraron verdaderas jornadas de pánico seguidas por sesiones alcistas incontrolables. Para Felipe López Galvez, analista de Self Bank, esta situación refleja que la debilidad de la economía mundial y las presiones deflacionistas están dejando mermado al sector manufacturero chino. Además, este experto recuerda la dicotomía que vive el país entre su sector industrial y el de servicios. A saber: el gigante asiático está experimentando un cambio de modelo productivo, más centrado en el consumo interno y menos en las operaciones manufactureras con el exterior.
También sostiene esta posición Matthew Sutherland, director de gestión de Producto-Asia de Fidelity: Es verdad que el crecimiento chino se ralentiza, pero la calidad de esta evolución es mucho más importante. Este analista recomienda acostumbrarse a que los mercados de renta variable serán muy volátiles a lo largo de todo el año. En el caso del Ibex-35, ya había asumido esta realidad desde que abriera sus puertas el 21 de diciembre, después de conocerse el complejo panorama político que habían arrojado las elecciones generales. Desde esa jornada, el selectivo ha perdido casi un 5% y no existe atisbo alguno de que pueda iniciar una senda alcista estable, al menos hasta que se forme un nuevo gobierno. Menos aún, con la convocatoria de elecciones catalanas en marzo.
En el mercado de materias primas, el precio del barril de Brent ha caído un 1,8% situándose por debajo de los 37 dólares. Y ello a pesar de que durante buena parte de la mañana había repuntado hasta cerca de los 38 dólares, azuzado por la tensión entre dos grandes productores internacionales de crudo: Arabia Saudí e Irán.
En el caso de la deuda soberana, la reactivación del programa de compras del BCE ha permitido reducir el coste del bono a 10 años hasta el 1,77%. Sin embargo, la prima de riesgo ha subido hasta los 120 puntos básicos, debido a la compra masiva de bonos alemanes que han realizado los inversores como herramienta de refugio ante las caídas de las Bolsas internacionales. El interés del 'bund' germano ha retrocedido un 10% en una sola sesión hasta el 0,56%.
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