Los precios frenan una décima su caída por la subida de la luz y los carburantes

Los grupos que más influyeron en la mínima recuperación de la tasa anual fueron la vivienda, con una variación del -6,5%, seis décimas superior a la de abril y motivada por el incremento de los precios de la electricidad, frente a la bajada del año pasado. También la rubrica de ocio y cultura, que aumenta siete décimas hasta el -1,9% debido a que este mes los precios del viaje organizado han bajado menos de lo que lo hicieron en mayo de 2015. Además, el transporte, cuya tasa se situó en el -4,9%, dos décimas por encima de la registrada en abril debido a que los precios de los carburantes y lubricantes han subido más que el año anterior.

En el otro extremo, la contribución más negativa se produjo en las comunicaciones con un descenso de más de un punto y medio respecto a abril por la estabilidad de los precios de los servicios telefónicos en comparación a la subida del año anterior. También el grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas se situó en el 1,7%, tres décimas menos que el mes anterior, debido a la subida de los precios de las frutas frescas, mayor que la de mayo de 2015. También destaca el abaratamiento del pescado fresco y las legumbres y hortalizas frescas.

En el último año sólo en tres ocasiones el IPC ha abandonado la senda negativa (junio, julio y diciembre del pasado año). Sin embargo, la tasa de inflación subyacente (índice sin productos energéticos y alimentos no elaborados) se mantiene en el 0,7% y continúa así dos puntos por encima de la tasa general. Por su parte, el IPC armonizado (homogéneo en toda la UE) se sitúa en el -1,1%, una décima por encima de la registrada el mes anterior.

El Gobierno insiste en que la inflación negativa permite ganar poder adquisitivo a los trabajadores y pensionistas, además de beneficiar a las exportaciones de las empresas. Desde la CEOE reiteraron su idea de que en un momento de baja inflación es necesario mantener la moderación salarial para mejorar la competitividad. En este sentido, la patronal recordó que cualquier cambio en esta política supondrá una limitación para la recuperación de la economía española. Además, insiste en que si la evolución del petróleo sigue su gradual senda ascendente la inflación podría acabar el año en cifras positivas.

Por su parte, los sindicatos volvieron a insistir en que los datos de la inflación ponen de manifiesto la debilidad de la recuperación. La crisis sigue enquistada y el crecimiento no llega a las familias y los trabajadores, señaló UGT en un comunicado. Para impulsar el consumo la centrales reiteraron la necesidad de aprobar un giro en la política económica que debe empezar por incrementar los salarios. De hecho, desde CC OO urgieron a incrementar el salario mínimo hasta los 800 euros mensuales en 2016. No se debe permitir que sigan aumentando los niveles de pobreza y desigualdad.