Fondos garantizados

¡Y con todo esto!, se pregunta el ahorrador, ¿dónde invierto mis ahorros? Pues teniendo en cuenta este panorama que provoca una gran volatilidad en los mercados y que la mayoría de los ahorradores españoles son de perfil conservador/moderado, uno de los mejores activos financieros del momento son los Fondos de Inversión Garantizados.

A finales del año pasado las gestoras de fondos no querían ni oír hablar de Fondos de Inversión Garantizados (FIG) y de hecho prácticamente los eliminaron de sus ofertas de fondos. Pero la situación económica descrita al principio de este artículo convierte a la volatilidad (riesgo), ahora más que nunca, en algo consustancial del mercado. Y como consecuencia de ello, en lo que llevamos de año, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha aprobado el registro de ocho nuevos Fondos Garantizados. El 25% de los fondos creados en 2016 son garantizados.

Pero analicemos qué es un Fondo de Inversión Garantizado. La principal característica de un FIG es que el capital que se invierte se recupera. Es decir, está garantizado. Y por ello su gran aceptación entre los inversores conservadores/moderados. Otra cosa es la rentabilidad. Soy repetitivo, pero sin riesgo no hay rentabilidad. A mayor riesgo mayor rentabilidad y viceversa. La rentabilidad de los FIG está ligada o referenciada a la variación de los tipos de interés en renta fija o a la evolución de los índices en renta variable. La garantía de la inversión obliga a un tiempo de permanencia que se denomina «plazo de garantía» y suelen existir en este tipo de fondos «ventanas de liquidez» que son periodos en los cuales se puede reembolsar parte o todo del capital invertido. Fuera de estas ventanas de liquidez el reembolso lleva fuertes comisiones. También tienen comisiones de gestión, de suscripción (si se entra en el fondo fuera del periodo de suscripción) y de depósito. ¡Vamos, todo un chollo para los bancos!

Un último consejo, como en los FIG nos obligamos a un periodo de permanencia (media de 5 años) y el disponer anticipadamente, antes de que finalice el periodo de garantía, lleva fuertes comisiones y además a precio mercado, solo debemos invertir cantidades que no vayamos a necesitar durante el periodo de garantía. Así evitaremos rescatar y posiblemente perder.

Podemos resumir diciendo que ante la excesiva volatilidad, Fondos Garantizados. O como dice nuestro sabio refranero, al mal tiempo buena cara.