El MAB se pone serio para evitar más casos como el de Gowex

madrid. El renovado reglamenteo del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) pretende «apuntalar la transparencia y reestablecer la confianza». Son las palabras que su vicepresidente, Jesús González Nieto, utilizó ayer para explicar los cambios normativos a los que se verán sometidos las compañías que coticen en esta plataforma ideada para las pequeñas y medianas empresas en expansión. Sus responsables han endurecido las exigencias para incorporarse, mantenerse o salir y así evitar, indirectamente, los escándalos que le han afectado en los últimos años, con casos como los de Gowex, Carbures, Zinkia o Bodaclick, entre otros.

Aprovechando los cambios en la legislación financiera, el MAB obligará a las corporaciones que lo integren a someter sus cuentas cada seis meses a una revisión limitada por parte del auditor y la ampliación del plazo de presentación de sus resultados a cuatro meses tras el cierre del semestre correspondiente. Hasta ahora, «más de la mitad de las compañías no hacen esta revisión limitada», explica González Nieto.

Con la nueva ley de auditoría en vigor a partir del próximo mes de junio, las sociedades cotizadas del MAB necesitarán contar con un auditor, así como la publicación de un informe de la comisión de auditoría. Para ello, las empresas tendrán que incorporar a sus órganos directivos consejeros independientes, una figura casi ajena hasta ahora.

Además, todas las compañías que tengan una capitalización superior a los 500 millones de euros durante seis meses deberán abandonar el MAB y pasar al Mercado Continuo, con el resto de grandes cotizadas. Dispondrán para ello de un plazo de otros nueve meses para materializar esta operación.

Entre otras medidas que incorpora el reglamento del MAB, serán excluidas del mercado las empresas que se encuentren en fase de liquidación por procesos concursales; y deberán contar con un asesor registrado más cualificado.