Jordi Sevilla sostiene que España «lo pagará» si la crisis griega pone en cuestión el proyecto del euro

Sevilla ha asegurado en un encuentro con periodistas que tampoco pretende ser alarmista, pero ha negado que, como aseguró el ministro de Economía, Luis de Guindos, estemos "blindados" frente a las turbulencias financieras que la ruptura de las negociaciones entre Grecia y las instituciones de la UE y el FMI pueden provocar. Y la prueba, ha alegado, es la respuesta que ya han tenido los mercados.

Los socialistas sostienen que, aunque España se beneficie de la intervención "decisiva" del BCE, el Ejecutivo de Rajoy ha hecho al país "más vulnerable" de lo que lo era en 2012 porque ahora la deuda pública alcanza el 100% del PIB, casi 300.000 millones de euros más. Y reprochan al presidente del Gobierno que, en lugar de buscar una "respuesta de país", dicen, haya optado por "ver si saca ventaja partidista".

Irresponsabilidad

Rajoy y Pedro Sánchez mantuvieron el domingo una conversación telefónica para hablar de la situación y ambos coincidieron en que es preciso evitar la ruptura del euro. Sin embargo, el líder del PP también arremetió ayer contra los socialistas, a los que acusó de haber entregado al Syriza español, Podemos, las alcaldías de ciudades como Madrid o Barcelona. "Rajoy no está llamando a la calma, está haciendo partidismo, exactamente igual que (el presidente griego) Alexis Tsipras", ha denunciado Sevilla.

El nuevo responsable económico del PSOE ha argumentado que lo socialistas se sitúan entre el Gobierno de Rajoy y Podemos, con el que también ha sido tremendamente crítico. "Esa es la posición en la que creemos que está la mayoría de la sociedad, las que nos entronca con la socialdemocracia", ha dicho. Aún así, tanto él como el secretario de política económica del partido, Manuel de la Rocha, han sido muy claros a la hora de situar en el gobierno griego, más que en la UE, la responsabilidad de la actual situación. Es decir, lo mismo que el Ejecutivo.

Los socialistas critican a Tsipras por haber convocado un referendum como estrategia de negociación. Un movimiento, dicen, "irresponsable". El problema, dicen, no es consultar al pueblo, sino consultar sobre un no acuerdo. Cosa distinta, apuntan, es que se hubiera alcanzado un pacto y después se buscara la ratificación de los ciudadanos sobre los que tendrá consecuencias.